24/04/14
Javier Garat, presidente de la asociación de organizaciones pesqueras de la UE
Entre sus objetivos, Cepesca persigue mejorar la competitividad de las empresas pesqueras, apostar por la formación de las tripulaciones y el relevo generacional, promover el desarrollo de una pesca responsable y sostenible y luchar contra la pesca ilegal.
Pero tambien el debate pesquero en las próximas elecciones al Parlamento Europeo y la Comisión Europea. Una gran organización Garat está al mando de la la organización empresarial de ámbito nacional más representativa de la Unión Europea (UE), que agrupa a 41 asociaciones de armadores de buques de pesca tanto de bajura como de altura, que representan a más de 900 empresas, 950 buques, cerca de 10.000 tripulantes y un tonelaje de arqueo de 246.332,69 GT.
“Nuestra producción es de alrededor de 860.000 toneladas de captura con un valor en torno a los 2.000 millones de euros. La práctica totalidad está destinado para consumo humano, a diferencia de lo que ocurre con algunos países del norte de Europa Pesca. Representamos el 20% de la producción de la UE. A pesar de ello, solo ocupamos el puesto 22 de producción del mundo”, dice Garat. Según el secretario general de Cepesca, el consumo per cápita en España es de alrededor de 37 kilos, frente a la media mundial de 18,6 kg y la UE de 22 kilos por habitante y año.
“Somos los quintos consumidores mundiales de pescado. Exportamos unas 950.171 toneladas por un valor de 2.881 millones de euros e importamos 1.402.491 toneladas por un valor de 4.795 millones. Esas son las cifras de nuestro sector, del que dependen 38.800 tripulantes, es decir, el 28 por ciento del empleo pesquero de la UE (138.500 tripulantes)”.
Garat está preocupado por la sostenibilidad y romper leyendas urbanas sobre el expolio de los caladeros. Dice que la Comisión reconoce que las poblaciones de peces “están mejorando”. Por ejemplo, en el año 2005, el porcentaje de poblaciones que sufrían sobrepesca en el Océano Atlántico Nororiental era, según la Comisión, del 95%, mientras que en 2013 este porcentaje es del 39%.
“El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) ha publicado recientemente un gráfico donde se demuestra que el esfuerzo y la mortalidad pesquera han descendido considerablemente y que la biomasa de las diferentes poblaciones ha crecido muchísimo. Esto se debe al importante esfuerzo que han realizado los pescadores en los últimos años para adaptarse a la normativa comunitaria, a las mejoras producidas en la gestión pesquera y a la colaboración con los científicos y las administraciones”.
Y resume: “Las poblaciones de peces que pescamos los españoles son, en general, las que mejor están de toda la UE”. Garat ha sido presidente del Comité Consultivo de Pesca y Acuicultura de la UE (CCPA) desde mayo de 2007 a julio de 2009 y Presidente de ICFA (Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras) entre los años 2007 y 2009. Golfo de Cádiz Con relación a la pesca en el Golfo de Cádiz, Javier Garat afirma que “estamos en plena adaptación a la nueva gestión de las escasas cuotas de pesca que han sido repartidas entre los armadores, los cuales deben acostumbrarse rápidamente a olvidarse de la pesca olímpica y pescar de la mejor manera posible lo que a cada uno le haya correspondido”.
A su juicio, esto implica cambios de mentalidad y del patrón de explotación: “Ahora los pescadores tienen que programarse cuándo les conviene ir a pescar su cuota, teniendo en cuenta la situación del caladero y la del mercado”. Preocupa también la aplicación del plan de recuperación de la merluza sur y de la cigala, la situación del voraz en el Estrecho, el acuerdo con Portugal y el retraso en la entrada en vigor del acuerdo con Marruecos”.
Más que hablar de problemas por localidades o provincias, el secretario general de Cepesca opina que es más conveniente diferenciar entre la pesca en el Golfo de Cádiz y en el Mediterráneo. “Hay algunos elementos comunes, como los altos costes de explotación, debido principalmente al alto precio del gasóleo, las quejas por la presión inspectora, que les tiene ahogados o la necesidad de mejorar la comercialización de los productos pesqueros”.
Según Garat, el sector se queja con frecuencia de la dificultad de cumplir con algunas normas impuestas desde Bruselas, “que les suponen unos costes adicionales” y que piensan que no se deberían aplicar “con tanta rigidez” a la flota de bajura, como son el sistema de identificación automático, el diario electrónico de abordo, las comunicaciones de entrada y salida y, en general, el reglamento de control. Por lo que se refiere al Mediterráneo, el principal problema, manifiesta el secretario general de Pesca, “es la dificultad que tienen para cumplir el Reglamento de medidas técnicas. Esta norma fue adoptada con el rechazado de los pescadores europeos y a la hora de aplicarlo estamos viendo lo complejo que es. Sobre todo, en lo que se refiere al tamaño de las mallas, las distancias a la costa y las profundidades en las que pueden pescar”.
El principal reto ahora, según Garat, es conseguir garantizar una plena sostenibilidad medioambiental, social, económica y alimentaria. “Para conseguirlo, es fundamental ser responsables, cumplir escrupulosamente las normas, generar confianza interna, entre los pescadores, y externa, de cara a las administraciones y la sociedad”.
A su juicio, “para generar credibilidad necesitamos profesionalizar las estructuras asociativas para que podamos gestionar bien las cuotas de pesca y, sobre todo, apostar por obtener un valor añadido extra a través de una mejor comercialización de nuestras capturas”. “En este sentido, la nueva Organización Común de Mercados nos ofrece muchas posibilidades a través de las Organizaciones de Productores. Haciendo las cosas bien podemos tener empresas rentables, pescadores con unas condiciones adecuadas, poblaciones de peces en buen estado biológico y consumidores satisfechos con una gran variedad de pescados y mariscos saludables y a buen precio”.