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Zaragoza.- Tras la renuncia hace unas semanas de su antecesor en el cargo, el aragonés Javier Lorén se ha convertido en presidente del Consejo General de Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas. Institución conformada por los 26 colegios de toda España, entre ellos el aragonés, del que era hasta ahora presidente.

Lorén, además de ingeniero técnico agrícola especializado en Hortofruticultura, también es licenciado en Ciencias Ambientales, tiene un máster en Ingeniería Civil e Industrial y es doctorado desde febrero de ese año.

Aunque está afincado en Zaragoza, nació en La Almunia de Doña Godina. Un municipio del que nunca se ha desvinculado, ya que hizo allí sus estudios y, actualmente, es profesor y subdirector de Estudiantes y Relaciones Externas de la Escuela Politécnica EUPLA.

A pesar de que hace tres años el Grado de Ingeniería Técnica Agrícola desapareció de la escuela almuniense, sigue luchando para mantener al menos el ámbito investigador, y espera poder empezar dos proyectos el próximo curso en el ámbito de agrícola. Y es que, Lorén asegura que lo lleva en la sangre. “Lo he mamado porque mi padre era agricultor”, apunta.

Pregunta.- ¿Cuáles son las principales labores que desarrollan los ingenieros técnicos agrícolas?

Respuesta.- La labor que desarrollamos es muy amplia. El 10% se dedica a la realización de proyectos como naves, granjas agrícolas, de industria agroalimentaria o diseños de regadíos. Un 85% o 90% hace labores que pasan algo más desapercibidas. En este sentido, hacemos un papel de asesor en muchos ámbitos, por ejemplo en el de fitosanitarios. Los ingenieros técnicos trabajamos también en el ámbito de las cooperativas, algunos son gerentes. También en asesorías y consultorías, por ejemplo en cuestiones relacionadas con tasaciones o informes de daños. Pero además en el ámbito de la topografía y cuestiones medio ambientales. El abanico es amplísimo. Tenemos una profesión muy rica y muy diversa.

Lorén asegura que la Comunidad está en un entorno excelente para la agricultura

P.- Usted nació en La Almunia de Doña Godina y desarrolla allí gran parte de su profesión, algo que no es casualidad.

R.- La Almunia para el ámbito agrícola tiene una ubicación fantástica. Estamos en una de las zonas frutícolas más importantes de Aragón y me atrevería a decir que de España, en algunos cultivos como la cereza. Aunque se habla mucho del valle del Jerte, en Aragón se produce más y, desde luego, con una calidad excelente.

También tenemos la viticultura en Almonacid de la Sierra y el olivar de regadío intensivo, algunos cultivos extensivos como el maíz y la alfalfa, la horticultura intensiva de la col y la coliflor, la ganadería intensiva, principalmente porcina y bovina e, incluso, hay una cooperativa agroalimentaria.

Estamos en un entorno que para la agricultura es excelente. Que el Grado de Ingeniería Técnica Agrícola estuviese ahí permitía a los estudiantes conocer el ámbito agrícola sin movernos. Tenemos de casi todo.

P.- ¿Cuándo empezó su ánimo por formar parte del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Aragón y, posteriormente, del Consejo General?

R.- En la Escuela Politécnica hice relación con el entonces presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos quien, cuando finalizó su legislatura, me propuso que formara candidatura junto con otro profesor, Alejandro Acero. Tras cuatro años de secretario, pasé a presidente. Volví a ganar una segunda legislatura, pero entonces ya pasé a formar parte de la Ejecutiva del Consejo General en Madrid como vicepresidente. Por otra carambola, tras dimitir el presidente, he acabado presentándome y ganando de nuevo.

P.- ¿Por qué cree que sus compañeros profesionales de toda España se han fijado en usted para ocupar este cargo a nivel nacional?

R.- Pues no lo sé. Puede que sea por eso que dicen de los aragoneses, que somos gente noble y que intentamos poner el sentido común a las cosas. Más allá de eso, no creo que haya otra razón.

P.- ¿Cuáles son sus principales retos ahora?

R.- Sí, lo es. Aquí en Aragón hemos conseguido hacer una muy buena relación con el Colegio de Ingenieros Agrónomos desde hace tres años. Tradicionalmente no era así, principalmente por el tema de las competencias que atañen a cada uno, incluso se habían llegado a los tribunales. Ahora estamos siendo referente para toda España al ser los primeros que hemos conseguido esta alianza en muchos ámbitos, y me consta que la Junta que me ha sustituido en Aragón lo va a seguir haciendo.

Es una de las cosas que más satisfacción me ha producido porque hemos conseguido hacer formación conjunta que era inimaginable hace cinco años. También de haber constituido la Alianza Agroalimentaria de Aragón junto a otros colectivos, que se está convirtiendo en un referente, sobre todo comunicando a la sociedad la importancia de la agricultura.

Ahora en España somos 26 colegios con diversidad de criterios y necesidades por lo que es mucho más complejo. Aquí es todo más cercano. Tenemos ideas claras en nuestro programa y tengo la suerte de contar en la Ejecutiva con casi todas las personas que quería para tener un equipo con el que hay "feeling", lo que permitirá que las cosas sean más fáciles de realizar.

P.- ¿Qué opina sobre la ley de colegios profesionales que prepara el Gobierno?

R.- En nuestro caso pretenden que solo tengan que estar colegiados los que realicen proyectos o certificaciones de obra, pero el resto no. Es algo un tanto curioso que pretende mejorar la competitividad, pero yo lo dudo.

Igualmente lo dudé con la Ley Ómnibus, yo creo que si en este tiempo ha mejorado la competitividad y ha beneficiado a los consumidores ha sido por la crisis, no por esta ley.

Eso sí, creo que esta normativa clarificará algunas cosas. A mí me ha gustado que ponga límite a los mandatos. Creo que no se debe estar más de ocho años en un cargo, porque los colegios lo que necesitan es renovarse y no padecer endogamia.

P.- Hablemos de Europa y el medio ambiente. ¿Qué valoración hace de las medidas que se están poniendo en marcha? ¿Es necesaria tanta regulación?

R.- Si está bien hecha, es necesaria, y más en temas de medio ambiente. Prácticamente toda la regulación en este ámbito viene de Europa. Se han hecho importantes mejoras y todo lo que tiene que ver con la sanidad de los cultivos, la figura del asesor que se ha creado, y todo lo que tiene que ver con la inspección técnica de la maquinaria siempre es interesante.

Es algo que los agricultores a priori pueden pensar que sólo les va a costar dinero, pero a la larga les va a beneficiar porque van a ahorrar en tratamientos y conseguir más eficacia. Con la figura del asesor probablemente se van a reducir el número de tratamientos, al ser más inocuos y eso redundará en el medio ambiente y el consumidor.

P.- Aunque Europa ha ganado gran relevancia respecto a la política medioambiental y agraria, ¿qué le pide a España?

R.- En España tenemos que mejorar la inversión en estructuras agrarias. Mejorar sistemas de regadíos y ampliarlos. Algunos se oponen a esto, pero vivimos en un país con un clima mediterráneo donde si no almacenamos agua no tendríamos ni para beber.

También es importante la incorporación de jóvenes. Ahora están volviendo, pero tienen que hacerlo en mayor medida porque siguen siendo más los que se jubilan. La agricultura necesita una renovación de gente joven inexorablemente.

En el ámbito de la agricultura se han hecho muchas cosas positivas pero tenemos que avanzar más. Algo importante que ha pasado estos cuatro últimos años, a tenor de la crisis, es que la agricultura ha dejado de ser algo aparcado, que no tenía interés para España y los políticos. La presidenta de la Comunidad, Luisa Fernanda Rudi, la incluyó dentro de sus seis líneas estratégicas de Aragón. A nivel estatal también está teniendo un peso específico que nunca ha tenido. Eso es muy importante.

P.- La nueva PAC ha sido criticada por organizaciones agrarias como UAGA que acusan al entonces ministro de Agricultura, Arias Cañete, de defender a las grandes empresas y los lobbies. ¿Cuál es su opinión?

R.- Ellos se refieren al agricultor activo porque consideran que debe serlo aquel que la mayor parte de su renta provenga de la actividad agrícola. En la nueva PAC han introducido la condición de que sea al menos el 20%. Antes con el desacople podía percibir ayuda hasta sin cultivar, algo que considero anacrónico. Espero que esto se cambie por otros modelos más racionales.

La PAC deja satisfecho a casi todo el mundo por el paso que se ha dado en cuanto al agricultor activo. Espero que la próxima reforma se trabaje para mejorar la competitividad.

En cuanto a los planes de desarrollo rural, esperemos que sirvan para mejorar estructuralmente la agricultura porque, en el fondo, lo importante es hacerla competitiva. Desde otras partes del mundo nos están trayendo productos competitivos en precio y de calidad. Europa ya no es el mejor productor del mundo. Lo hacemos bien pero hay otros países que empiezan a hacer las cosas también muy bien. Tendremos que ser competitivos si queremos tener futuro.

P.- Los recursos hídricos también le competen. ¿Qué le parece que la CHE haya solicitado las reservas de energía a las empresas que gestionan los saltos hidroeléctricos y haya puesto como prioridad recompensar a los regantes?

R.- Se está dando la paradoja de que se han hecho en los últimos años muchas inversiones en regadíos donde era necesario el bombeo con energía eléctrica y, una vez hechas, en el momento de la amortización, ha aumentado el precio de la luz de manera vertiginosa. Los regantes, para quienes la inversión en energía es importante, se han encontrado con esto y con que han desaparecido unas ayudas especiales y tampoco se les permite contratar menos potencia los meses en los que no hacen uso de ella.

Ahí vamos a tener que seguir luchando mucho porque es evidente que necesitamos que no se ahogue al regadío con los costes energéticos. Que la CHE apoye a estos colectivos para disminuir los costes, bienvenido sea.

P.- Otro ámbito agrícola que ha apoyado el Gobierno de Aragón han sido las plantas de purines que ahora también se están encontrando con dificultades.

R.- Aragón genera mucho purín debido a la gran concentración de granjas de porcino y algo hay que hacer con él porque en grandes cantidades puede generar problemas medioambientales. Por ello, se fomentó desde el Gobierno de Aragón la creación de las plantas que permitan reducir su volumen.

Según Lorén, se han hecho importantes mejoras en cuanto a la sanidad de los cultivos

Aquí ha pasado algo parecido que con los regadíos. Una vez hecha la inversión, el Gobierno modifica los apoyos que prestaba a la generación de energía medioambiental. El recorte que ha metido ha sido tan importante que ahora estas plantas no son viables.

Creo que el Gobierno debería mostrar una especial sensibilidad y buscar soluciones. Primero porque es triste que las inversiones se queden paradas lo que hará que en poco tiempo queden obsoletas. También es triste que tengamos que movilizar los purines a otras zonas más alejadas con un coste más elevado para los ganaderos.

Me consta que la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón está sensibilizada con este tema, pero sobre todo es el Ministerio de Industria, que está detrás de todo esto, el que debe poner un especial interés en solucionar este problema.