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Miguel HGL

26/01/15

La acuicultura española se mantuvo estable en sus resultados en 2014

El sector de la acuicultura española mantuvo cierta estabilidad en sus resultados en 2014, un año que las las empresas han calificado como "correcto", con cambios legales muy importantes y alguna sorpresa positiva, por ejemplo las exportaciones de truchas.

Representantes de las piscifactorías marinas y fluviales han explicado que en general, las ventas fueron estables, pese a que el sector vivió problemas como el cierre del mercado ruso o las denunciadas trabas administrativas. "Fue un año correcto; los precios no fueron descalabrados ni tampoco fantásticos", según ha manifestado el director gerente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (Apromar), Javier Ojeda.

El director gerente de la Organización de Productores Piscicultores, Raúl Rodríguez, ha señalado que en agua dulce "los resultados han sido similares y la facturación la misma (que en 2013); las exportaciones suplieron la caída del mercado interior, el volumen ha aumentado y los precios disminuyeron ligeramente".

Para Apromar, 2014 fue un año de "grandes temas" políticos, entre los que destaca el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP), que regulará las ayudas al sector hasta 2020. Ahora, para esta patronal es especialmente preocupante el "retraso excesivo" en la aplicación de los programas del FEMP, pues teme que no se hagan realidad hasta 2016, por lo que ha pedido al Gobierno y a las autonomías que "agilicen" los trabajos. "La Comisión Europea es lenta pero cada una de las administraciones tiene que asumir su responsabilidad; nos desespera el retraso", según el director de Apromar.

En cuanto a precios, Ojeda ha señalado que en pescados como la dorada, la lubina o el rodaballo, han sido "normales", sin detallar cifras sobre facturación. Pero ha habido factores que han reducido el margen de beneficio, especialmente el coste de los piensos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 2014 se registraron precios récords en las harinas de pescado, por una demanda mundial creciente y una oferta ajustada. El encarecimiento de las materias primas para piensos es, según Ojeda, un "problema" que "aprisiona" al productor entre el proveedor de alimentos de peces y la distribución, ya que los acuicultores no pueden reflejar esa subida en el precio que paga el consumidor.

Por otro lado, las empresas piscícolas esperan que en 2015 salga adelante la reforma de la Ley de Cultivos Marinos y se actualice la regulación que data de los años ochenta. Asimismo, insisten en que este sector sigue sufriendo los complejos "trámites administrativos" a la hora de emprender, lo que "marca el futuro" de la acuicultura.

En cuanto a las granjas de agua dulce, el responsable de la Organización de Productores Piscicultores ha afirmado que la producción ha subido en volumen, pero con una "ligera disminución del precio del 2 %". Estas empresas, dedicadas fundamentalmente a la trucha, facturaron unos cien millones de euros, unas ventas similares a las de 2013.

La producción osciló entre las 28.000 y las 30.000 toneladas, a un precio medio por ración situado entre 3,1 y 3,4 euros. Los piscicultores valoran el incremento de las ventas de transformados y sobre todo el avance de las exportaciones de trucha, pues ante el cierre de Rusia han encontrado destinos alternativos en Alemania, Polonia y Francia.

En el mercado francés, las ventas "van bastante bien, nos hace ilusión colocar allí truchas grandes" y, gracias a un convenio, estos piscicultores han vendido un millón de kilos de producto en fresco que después se transforma en ese país, según Rodríguez.