23/07/14
La acuicultura marina debe apostar por un enfoque ecosistémico
El informe destaca el fuerte crecimiento de la actividad a partir de la segunda mitad del siglo XX, cuando se producían 650 toneladas en todo el mundo, a la actualidad, donde la acuicultura aporta ya el 50 % de la proteína de pescado.
Según el informe, el rápido crecimiento de la acuicultura marina ha ido acompañado de un proceso paralelo para conseguir la sostenibilidad y una conciencia ecológica del impacto que ésta podría generar (la liberación de nutrientes al mar, medicinas, la existencia de parásitos, etc.). Así, a pesar de las implicaciones que puede tener la acuicultura para el medio ambiente, el informe de la Unep destaca el “creciente potencial de la acuicultura marina para proveer alimento de los océanos, teniendo en cuenta la presión ejercida en la acuicultura continental.
El documento sostiene que, aunque los avances tecnológicos han permitido reducir el impacto de la actividad en el medio ambiente, y ésta sigue siendo menor que la generada en otros sectores de producción de proteína, el crecimiento constate de la actividad -también con relación a las previsiones de los últimos años- se espera que la huella ambiental de la acuicultura marina se duplique en el plazo de 2030. “Aunque el papel del sector privado y la responsabilidad de responder a los retos ambientales de la acuicultura marina seguirá siendo crítica, los gobiernos siguen siendo clave para promover y estimular prácticas sostenibles”, indica el documento. En este sentido, la Unep recuerda que FAO apuesta por un enfoque ecosistémico de la acuicultura como "una estrategia para la integración de la actividad dentro del ecosistema en su conjunto, promoviendo el desarrollo sostenible”. “Ecosistemas marinos sanos son fundamentales para alcanzar los objetivos de desarrollo y también generar puestos de trabajo”, indica.
Certificaciones
La producción acuícola marina ha crecido un 35 % en la última década. Según recoge el documento, el mayor índice de crecimiento se ha producido en Asia, en contraposición a Oceania, donde la actividad ha presentando menor ratio de desarrollo. El capítulo de “promesas no cumplidas” se lo lleva África. Europa, en cambio, es la única región del planeta donde la acuicultura marina en el que el peso de la acuicultura marina crece con respecto al conjunto del sector. Las causas están en el “exitoso” modelo de cría de salmón (dos millones de toneladas en 20012) y a la importante contribución en el ámbito de los moluscos, del 20 %.
En el documento también se destaca el peso creciente que han ido adquiriendo los diferentes sellos de certificación de sostenibilidad en la acuicultura marina. Ya sea por el interés o la concienciación de los mercados, en los últimos años ha aumentado el número de productor certificados y las iniciativas relacionadas con esta clase de sellos. La Unep destaca el trabajo realizado por la Global Salmon Initiative; Naturland; el sello BAP de la Global Aquaculture Alliance; y el más reciente Aquaculture Stewardship Council (ASC), que ya tiene protocolos para especies clave como el salmón, talapia, panga y el camarón.
Según la Unep, “la certificación independiente puede ser una herramienta poderosa para el sector, que va más allá de la mejora de los estándares de producción y etiquetado de determinados productos con la intención de informar a los consumidores. También puede lograr una mayor transparencia del sector y la provisión de una mejor información sobre las repercusiones. La certificación es una eficaz palanca para el desarrollo de estándares de la industria y mecanismos de gobernanza.