28/10/15
La campaña 2015 de fruta dulce no ha servido para recuperar las pérdidas económicas del 2014.
La campaña se inició con buenas perspectivas, sin solapamiento de la producción entre zonas productoras, con un volumen de producción similar al de la campaña anterior y un verano caluroso que incentivaba el consumo.
No obstante, el mantenimiento del veto ruso y la duda inicial sobre si la Comisión Europea (CE) tomaría o no medidas al respecto, ha marcado un contexto inestable de incertidumbre para el sector, según la Unión de Uniones.
La situación de oligopolio de la gran distribución europea, que aglutina el 70% de la cuota de mercado del sector y que se aprovecha de la dependencia de España de las exportaciones, presionando a la baja los precios, ha impedido que el precio en origen se rija por la relación oferta-demanda. De esta forma, muchos productores no han conseguido cubrir sus costes de producción, favoreciendo al aumento de los beneficios de la gran distribución.
Ante la negativa de la Comisión Europea a adoptar más medidas para paliar la crisis, Unión de Uniones denunció, recientemente, esta situación a los europarlamentarios y a la ministra de Agricultura, insistiendo en que sólo se podría mejorar si se promocionan grandes acuerdos del sector que sean de obligado cumplimiento.
“Para poder hacer esto, existe el mecanismo de la extensión de norma, lo que significa que si más del 50% de los agricultores y más del 60% de la producción se ponen de acuerdo pueden hacer obligatorio aquel acuerdo a todos los productores” – afirma Josep Cabré, responsable estatal de Fruta Dulce de Unión de Uniones.
Por otra parte, la organización recuerda que “España es el segundo productor de fruta europeo con 1.100 millones de kg por detrás de Italia (1.300 millones de kg). Y, mientras en Italia consumen 22 kg de melocotones, nectarinas y paraguayos per cápita al año y continúan apostando por la promoción de su producto - aunque consumen el 75% de lo que producen,- en España consumimos menos de 4 kg per cápita y año y exportamos más del 70% de lo que se producimos; esto nos hace pensar que el problema del melocotón y la nectarina es esencialmente español” – añade.
Unión de Uniones reclama un mayor compromiso y una defensa más enconada de los productores por parte del Ministerio de Agricultura ante las instituciones europeos, especialmente en relación a aquellas medidas que no tienen efecto presupuestario y, por tanto, deberían poder ser fácilmente ejecutadas.
Asimismo, la Organización considera que se debería apostar por un pacto entre la administración y el sector para hacer campañas de promoción con el objetivo de incrementar el consumo interno de fruta.
Además considera imprescindible un nuevo Plan de reconversión varietal con el objetivo de readaptar la oferta a la demanda del mercado y poder hacer más competitiva la fruta, tanto en el mercado interno como en el mercado internacional: “está claro que con el contexto de crisis que vive el sector sin soporte público los agricultores difícilmente pueden hacer frente a los costes de la reconversión. El último Plan de reconversión terminó el año 2011, desde entonces solo ha habido una campaña con precios aceptables para los agricultores” – concluye Cabré.