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Irene Campos

01/01/14

La campaña de la fresa se adelanta con las variedades extratempranas

La incesante búsqueda de nuevos nichos de mercado, de aspectos diferenciadores para luchar contra la competencia que ejercen países terceros como China, Israel, Marruecos o Egipto y, en definitiva, de una mayor rentabilidad, hacen que el sector fresero onubense, que aglutina el 90% de la producción de este fruto rojo en España, se encuentre en continua evolución.

Para ello, dos son las líneas en las que más ha trabajado en los últimos años, desde el campo de la investigación aplicada a los cultivos, este dinámico sector económico, que se ha convertido en las últimas décadas en uno de los principales motores de desarrollo económico para la provincia de Huelva. En primer lugar en el concepto y a la vez objetivo de alcanzar la denominada calidad total en las producciones, sobre todo de cara a competir con la fruta procedente de terceros países. Y en segundo lugar en la obtención de nuevas variedades de fresa extratemprana, que permite a los empresarios agrícolas onubenses irrumpir en los mercados internacionales mucho antes de lo que hasta ahora ha venido siendo habitual, ocupando así nuevos nichos y comercializando al mismo tiempo el producto a mucho mejor precio.

En este último caso el trabajo está dando sus frutos y la obtención de variedades mucho más precoces está cambiando en los últimos años el tradicional periodo de la campaña fresera onubense, que si hasta hace poco se venía iniciando allá por el mes de febrero, ahora permite a los empresarios agrícolas empezar a recolectar y comercializar el oro rojo del campo onubense casi dos meses antes, concretamente en el mes de diciembre.

En este sentido son ya varias las variedades que conquistan el campo onubense: Fortuna, San Andreas y Splendor son las más consolidadas por el momento y en el caso de esta última ha permitido que los freseros de la provincia que han apostado por ella hayan podido comenzar la recolecta antes de final de año, y además con un producto "de excelente calidad".

Así se puso de manifiesto hace unos días desde la Asociación de Productores y Exportadores de Fresas de Huelva (Freshuelva), que destacó la calidad que muestran las primeras variedades de fresas precoces que se han comenzado a recoger ya en la provincia gracias a una tipología que supone en torno al 20% de las casi 7.000 hectáreas totales que se han plantado para la presente campaña en toda la geografía onubense. Pero quienes mejor atestiguan este hecho, sin duda, son los empresarios freseros que han apostado por esta variedad y que antes de acabar el mes de diciembre ya han iniciado las labores de recolección con resultados "muy satisfactorios", según confirman a Huelva Información algunos de ellos con fincas en el litoral occidental, que aseguran estar comercializando el producto a un "precio muy bueno, que ronda los 4 euros el kilo".

Según estos mismos agricultores, esta producción extratemprana también permite a los empresarios onubenses luchar contra la fruta que, procedente desde hace ya varias semanas de países como Israel o Egipto, está siendo introducida a través de avión en los mercados europeos. Y es que según afirman "nuestras primeras fresas llegan a Europa en camión, un sistema de transporte mucho más barato que nos permite competir en precio con las producciones de dichos países".

La variedad Splendor es una planta que produce una fresa muy precoz y, según los productores onubenses, también se ha cumplido la previsión de que si el tiempo acompañaba se empezaría a recolectar en diciembre una fresa, como está sucediendo, que además posee características de aspecto y tamaño perfectas, así como el punto ideal de dulzor de la fruta.

A ello ha contribuido la ausencia de lluvias en las últimas semanas (salvo la poco significativa borrasca del día de Navidad), y las primeras fresas tienen muy buena calidad, fruto de una estación otoñal bastante seca como la que hemos tenido este año, "que ha favorecido la maduración del fruto".

Splendor es una de las nuevas variedades de fresa que se ha implantado en las últimas campañas, procedente del programa de obtención de variedades de Plant Sciences & Berry Genetics, elegida en los campos de ensayo en España y en California entre un gran número de selecciones. Se la considera una variedad de día corto que se adapta muy bien al clima mediterráneo, siendo zonas ideales para su producción el sur de España, Italia, Grecia y el norte de Marruecos, entre otros lugares, con la premisa de que se adapta muy bien a los días de diciembre con poca luz, en los que la fruta colorea muy bien a pesar de no contar con muchas horas de sol.

Pero el sector va a más, y ya prueba otras variedades que mejores lo presente. En este sentido destaca una nueva variedad, en este caso autóctona de Huelva, denominada por el momento A8-16-2 ya que aún carece de nombre comercial, que se encuentra en fase experimental de la mano de la sociedad Fresas Nuevos Materiales (FNM) con la plantación de más de 100.000 unidades. Según explicó recientemente a Europa Press el director técnico de FNM, Antonio Refoyo, el objetivo es comercializar esta nueva variedad en 2015.

Se trataría de la quinta variedad puesta en marcha por esta empresa tras Coral, Primoris, Antilla y Niebla, de las que el propio Refoyo indicó que la primera "no funcionó en el mercado", sin embargo, Primoris y Antilla han aumentado su producción en esta campaña con 45.000 toneladas de la primera y 14.000 de la segunda.

La implantación de la denominada calidad total es otra de las líneas en las que desde hace años viene trabajando el sector onubense para diferenciarse de sus competidores de terceros países. Un concepto que según han destacado a Huelva Información empresarios freseros de la provincia abarca "absolutamente todo" lo que rodea a la producción de esta fruta: la responsabilidad social corporativa del productor hacia sus trabajadores, el respeto por el medio ambiente, el uso de productos fitosanitarios y, en algunos casos ya, hasta el buen uso del agua de riego.

Según aseguran, los mercados europeos son cada vez más exigentes en este sentido y las grandes plataformas comercializadoras y cadenas de distribución "cada vez nos exigen más rigurosidad en el cumplimiento de dichos aspectos". Un asunto que la mayoría valora muy positivamente ya que "nos pone en las manos armas para competir con terceros países donde el cumplimiento de la mayoría de tales exigencias es prácticamente imposible".