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De los 250,5 M€, un total de 98,8 M€ son con cargo al presupuesto de la UE, 54,3 M€ son de cofinanciación nacional y 97,4 M€ de complementos adicionales de la financiación nacional.

La situación de Cantabria

La comunidad autónoma del norte español tiene una superficie de 5321 km², de los cuales más del 90 % es rural. Un 40,5 % de la superficie total corresponde a tierras de cultivo y un 51 %, a bosques. En la región viven 588 568 personas, es decir el 1,2 % de la población española. Cantabria tiene un total de 102 municipios: los siete municipios mayores cubren el 25 % de la superficie, pero solo agrupan al 1 % de la población. Esto da una idea del marcado carácter rural de la región y explica la desigual distribución de la población, con una densidad de solo 110 habitantes por kilómetro cuadrado.

Cantabria está constituida por tres principales y claramente diferenciadas zonas geomorfológicas: la costa norte, las montañas del interior y los valles más suaves del sur. El relieve condiciona enormemente el uso de la tierra en Cantabria y dificulta la mecanización de los procesos agrícolas y silvícolas. Cerca del 40 % de la tierra está por encima de los 700 metros de altitud y alrededor del 33% presenta fuertes pendientes de un 30 %, aunque se observan diferencias importantes entre los municipios costeros más urbanizados y el interior rural y montañoso.

Una baza socioeconómica clave es el hecho de que, a pesar de que la agricultura y la silvicultura solo representan el 2 % del PIB total regional, los dos sectores desempeñan una función fundamental en la conservación del medio ambiente y de los paisajes, del patrimonio cultural, así como del estratégico sector agroalimentario. Las explotaciones agrarias de Cantabria son de dimensiones relativamente pequeñas, con una superficie media de únicamente 24,5 hectáreas, aunque aproximadamente un 79 % de las explotaciones no alcanza las 20 hectáreas. La ganadería es sin duda alguna la actividad agraria más importante en la región. Con un total de 34 816 explotaciones dedicadas a la producción ganadera (4,14 % del total de explotaciones ganaderas españolas), aproximadamente 32 500 explotaciones están orientadas a la obtención de carne, mientras que poco más de 2000 explotaciones están orientadas hacia la producción láctea. La producción de maíz para la alimentación animal es también digna de mención en la región, ya que casi 10 900 hectáreas se dedican a este cultivo.

La tasa de desempleo en la región es del 17,7 % (2012). El envejecimiento de la población que, asociado al desplazamiento de los jóvenes a las zonas urbanas, puede ocasionar el abandono de tierras se considera un gran problema, ya que la edad media de los agricultores activos en Cantabria es de 49 años.

Cantabria ante sus desafíos

Para hacer frente a estos desafíos, el PDR de Cantabria financiará actuaciones con

arreglo a cuatro prioridades de desarrollo rural, haciendo especial hincapié en la mejora

de la viabilidad de las explotaciones y la competitividad de todos los tipos de agricultura,

el fomento de las tecnologías agrícolas innovadoras y la gestión forestal sostenible, así

como la restauración, preservación y mejora de los ecosistemas relacionados con la

agricultura y la silvicultura.

En cuanto a la transferencia de conocimiento e innovación en la agricultura, los bosques y las zonas rurales se abordará, sobre todo, mediante medidas orientadas a la formación de más de 7000 participantes. Asimismo, la viabilidad de las explotaciones, competitividad del sector agrícola, fomento de las tecnologías agrícolas innovadoras y gestión forestal sostenible será impulsada gracias a medidas de apoyo a algunas inversiones en activos físicos, ya que el 3 % de las explotaciones recibirán financiación para inversiones centradas en la reestructuración y la modernización. Casi un 3 % de las explotaciones recibirá ayudas para que los jóvenes agricultores puedan poner en marcha sus empresas.

Fomentar la organización de la cadena alimentaria, incluyendo la transformación y la comercialización de los productos agrícolas, el bienestar animal y la gestión de riesgos en el sector agrícola es otro de los ejes en los que se focaliza el PDR cántabro 2014-2020. «La ayuda pública asignada en virtud de esta prioridad proporcionará financiación a los agricultores para participar en regímenes de calidad, mercados locales y cadenas de suministro cortas. Esto mejorará la competitividad de los productores locales y mantendrá a las personas en las zonas rurales», detalla el texto del programa.

Respecto a la restauración, conservación y mejora de los ecosistemas relacionados con la agricultura y la silvicultura, «aproximadamente el 10 % de los importes asignados por el PDR se destinará a pagos por superficie a agricultores que apliquen métodos de gestión que resulten beneficiosos para el medioambiente o el clima, como la agricultura ecológica».

Adicionalmente, «casi 31 400 hectáreas de tierras agrícolas estarán sujetas a contratos de gestión para mejorar la biodiversidad. Además se espera que cerca de 2000 explotaciones agrícolas cántabras se conviertan a la agricultura ecológica antes de 2023.».

La inclusión social y desarrollo local en las zonas rurales es otra de las prioridades del PDR de Cantabria. El programa financiará estrategias de desarrollo local diseñadas y aplicadas por grupos de acción local (GAL) según el planteamiento de Leader. Cerca de 100 000 habitantes de las zonas rurales se beneficiarán de estas iniciativas locales que también crearán aproximadamente 60 nuevos puestos de trabajo. Además, 10 000 habitantes de las zonas rurales se beneficiarán directamente de nuevas o mejores prestaciones o infraestructuras rurales.

Las cuatro mayores medidas del PDR en términos presupuestarios son las siguientes:

- 32,5 M€ para pagos a zonas con limitaciones naturales,

- 17,5 M€ para la inversión en activos físicos,

- 9,1 M€ para el bienestar de los animales,

- 7,6 M€ para proyectos relacionados con la silvicultura.