25/06/14
La dieta mediterránea reduce 15% las probabilidades de obesidad infantil
Los científicos analizaron los datos del estudio IDEFICS (identificación y prevención de los efectos sobre la salud de la dieta y el estilo de vida en niños y lactantes), tomando como parámetros el peso, la altura, la circunferencia de la cintura y el porcentaje de grasa corporal (IMC). Los padres de los niños también tuvieron que responder a un cuestionario sobre alimentación.
Los padres de estos niños fueron entrevistados mediante un cuestionario diseñado específicamente para el estudio IDEFICS y un cuestionario sobre la frecuencia de consumo de 43 alimentos.
La adherencia a la dieta mediterránea, evaluada por un cálculo meidante la puntuación dando un punto por el consumo elevado de los alimentos que se consideran típicos de la dieta mediterránea (verduras, frutas y frutos secos, pescado y granos de cereales), así como un punto negativo por el consumo de alimentos atípicas de la dieta mediterránea (tales como productos lácteos y cárnicos).
Legumbres, hortalizas, frutos secos y pescado
Gracias a la comparativa de todo el volumen de datos, los investigadores detectaron que los niños con alto índice de adhesión a una dieta similar a la mediterránea eran un 15% menos propensos a tener sobrepeso u obesidad que los que seguían una alimentación diferente a la mediterránea. Este resultado, además, no se veía influenciado ni por la edad, el sexo, el país de residencia o el nivel socioeconómico de la familia.
Curiosamente, la prevalencia de la alta adherencia a la dieta mediterránea resultó ser independiente de la ubicación geográfica, los niños suecos sacaron los más altos resultados (seguido por los italianos) y los niños de Chipre los más bajos.
“La promoción de un patrón de dieta mediterránea ya no es una característica de los países mediterráneos. Teniendo en cuenta sus potenciales efectos beneficiosos en la prevención de la obesidad, este patrón de dieta debería ser parte de las estrategias de prevención de la obesidad de la Unión Europea y su promoción debería ser especialmente intensa en los países en los que se detectan bajos niveles de adherencia”, afirma Gianluca Tognon, líder del estudio.