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Esta afirmación, rotunda, la defendía hace un año Miguel Lustres, entonces vicedirector del Instituto Galego de Formación en Acuicultura de A Illa. Doce meses después, mantiene su validez: el Igafa, un centro que fue pionero en su nacimiento, ha logrado consolidarse como centro de referencia nacional en formación acuícola y de buceo. Pero tiene el instituto de Niño do Corvo un reconocimiento aún mayor: el de las empresas del sector, que no dudan en calificarlo como la fragua de «xente técnica que realmente cumpre as expectativas».

Quien así habla es Jacobo Fernández, responsable de la empresa Insuíña e impulsor del principal foro de acuicultura que se celebra en Galicia, el que cada mes de octubre tiene por escenario O Grove. «Tanto pola miña experiencia na empresa, como pola parte da investigación, penso que o Igafa fai un traballo excelente», señala. En la planta de rodaballo de O Grove trabajan igafas ya que «en tres días están integrados e os costes de formación son mínimos».

En Stolt Sea Farm también trabajan muchos igafas. «No sabría dar una cifra exacta, pero nuestro personal técnico se nutre de una forma importante de ese instituto», explica Pablo García. El empeño que los profesores ponen en preparar a sus alumnos para el mundo real, sumada a las prácticas en empresa que ofrece el instituto a sus estudiantes, se ha convertido en un puente que lleva a muchos de los jóvenes titulados a acabar encontrando un puesto de trabajo en las plantas a las que habían acudido para formarse. «Llegan con una excelente formación básica y hacen prácticas con nosotros durante un tiempo. Así que cuando acaban conocen la empresa y nosotros sabemos cómo funcionan». Y si funcionan bien, dice Pablo García, si hay un hueco se quedan. «Tenemos igafas en todos los departamentos, desde manejo de reproductores y producción de alevines, hasta producción y también I+D».

Y es que, aunque la investigación no es el objetivo principal del Igafa, en el centro se realizan «exercicios moi intersantes» sobre cuestiones de lo más variopintas -desde las dietas de distintas especies de peces hasta proyectos de acucicultura sostenible-. Jacobo Fernández sabe de lo que habla, ya que muchos de esos trabajos firmados por estudiantes del centro de A Illa llegan al Foro dos Recursos Mariños e da Acuicultura das Rías Galegas y «algúns son recoñecidos e premiados». La brillantez de los trabajos de investigación realizados por los estudiantes del Igafa llegan, se deja notar en otros foros, como el Congreso Nacional de Acuicultura.

Si el instituto de A Illa es una referencia en acuicultura, otro tanto se puede decir del ciclo de buceo a media profundidad, que el próximo curso se verá recortado a la mitad: no se aceptarán nuevos alumnos y solo se impartirá el segundo curso del programa formativo.

Los estudiantes que consiguen en A Illa el título de técnico de operaciones subactuáticas e hiperbáricas también son profesionales reconocidos. El Igafa, también bajo el agua, es un centro de referencia y las empresas de buceo -muchas de ellas fundadas por ex alumnos- también prefieren nutrirse de alumnos de Niño do Corvo. Por algo será.