LA LUCHA CONTRA LA TUBERCULOSIS DEL OLIVO
La Tuberculosis del Olivo está presente en todas las zonas olivareras de los principales países productores. En Andalucía y en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de olivares afectados. Situación que preocupa cada vez más a olivareros y productores, principalmente por la imposibilidad de erradicación, su rápida propagación, la poca efectividad de los tratamientos de origen cúprico o derivados de él, la resistencia de la enfermedad y la pérdida de calidad del aceite de oliva.
Para poder combatirla, hemos desarrollado un método de lucha, basado en un “Estudio in vitro del efecto de distintos fungicidas sobre diferentes cepas de Pseudomonas savastanoi”, que permite definir el tratamiento más idóneo y eficaz.
Sobre la Tuberculosis del Olivo
La Tuberculosis del Olivo es una enfermedad producida por una bacteria fitopatógena, no esporulante, denominada Pseudomonas savastanoi (P. savastanoi). La infección se produce a través de heridas abiertas en la planta y es causante de la formación de tumores, verrugas o excrecencias. Los tumores se forman principalmente en tronco, ramas, tallos y brotes, aunque también se han encontrado en hojas, frutos y raíces sobretodo en tejido joven.
Los síntomas característicos de ésta enfermedad son decadencia, defoliación, disminución del tamaño, pérdida de calidad del aceite de oliva y finalmente, podría provocar, la muerte de la planta.
El desarrollo de los tumores se debe al incremento en la producción de la fitohormona ácido indolacético (IAA) y citoquinas sintetizadas por la bacteria. Una vez que la bacteria llega a la planta se multiplica en la superficie de tallos y hojas de forma asintomática para la planta, una vez ahí puede pasar la barrera epidémica a través de cicatrices foliares, heridas, e incluso de estomas. Estas heridas pueden deberse a prácticas agrícolas inadecuadas (como la recolección o la poda), al simple uso de aperos que puedan dañar la epidermis de la planta, así como, a fenómenos meteorológicos tales como el granizo o heladas.
Tratamiento y medidas de control
Aunque la actividad de la bacteria causante de la enfermedad es latente durante todo el año. Los periodos de mayor riesgo de infección suelen ser durante los meses de otoño y primavera debido a que se dan las condiciones de temperatura y humedad favorables para su propagación.
Una vez infectado el olivo, la propagación es muy rápida y su erradicación es prácticamente imposible. Por tanto es fundamental adoptar medidas de prevención durante todo el año, centradas en limitar la acción del agente patógeno eliminado la mayor parte de los tumores mediante la poda de las ramas afectadas, y en evitar las heridas. Así como aplicar tratamientos en la épocas de mayor riesgo (primavera y otoño). Normalmente los fungicidas cúpricos y los productos derivados del cobre se emplean en el olivar para el control de las enfermedades fúngicas conocidas genéricamente como “repilos”, debido a la defoliación que producen en los árboles. Al mismo tiempo están indicados contra la tuberculosis. No obstante se ha observado que diferente compuestos cúpricos tienen de baja a nula acción contra esta bacteria.
Estudio in vitro del efecto de distintos fungicidas sobre diferentes cepas de Pseudomonas savastanoi.
Interesados en el comportamiento y evolución de la enfermedad y la parcial efectividad de los tratamientos empleados, nos propusimos investigar la acción de los funguicidas cúpricos y testar su eficacia. Parar ello hemos realizado un “Estudio in vitro del efecto de distintos fungicidas y un fortificante” cuya finalidad es detectar cuáles son los productos más efectivos y proponer tratamientos más eficaces contra la enfermedad, limitando posibles resistencias, y más equilibrados al evitar aplicaciones innecesarias que puedan tener efectos adversos contra la planta y el suelo.
Ahora es posible lograr tratamientos más eficaces y equilibrados al evitar aplicaciones innecesarias que puedan afectar a la planta y el suelo.
Dicha investigación fue presentada en el Foro del Olivar y el Medio Ambiente del XVII Simposio Científico-Técnico de EXPOLIVA, Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, celebrado en Mayo de 2015 en Jaén.
OBJETIVOS
• Evaluar el efecto in vitro de distintas concentraciones de nueve fungicidas cúpricos y un fitofortificante sobre P. savastanoi en estadíos de infección iniciales.
• Testar la eficacia de diferentes compuestos y a partir de qué concentración actúan sobre el crecimiento de P. savastonai, una vez la planta tiene mayor carga microbiana
• Estudiar in vitro las posibles resistencias que ante un compuesto puedan desarrollar P. savastanoi.
METODOLOGÍA
Las cepas ensayadas de Pseudomonas savastonoi fueron aisladas de tumores procedentes de olivos con tuberculosis originarios de la comarca de La Loma y Sierra Sur.
Se utilizaron nueve fungicidas y un fitofortificante a tres concentraciones diferentes cada uno (concentración mínima, media y máxima recomendadas en el Registro de Productos Fitosanitarios, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente). A través del método de las sobrecapas se analizó como afectaba distintas concentraciones de cada compuesto a la concentración mínima inhibitoria (MIC), es decir, la concentración mínima necesaria para inhibir el crecimiento de la bacteria.
Para determinar las posibles resistencias y la MBC (concentración bactericida mínima), se añadió el volumen necesario de los fungicidas que habían provocado la aparición de halo, para obtener la misma concentración que la que utilizó para el ensayo de las sobrecapas. Se incubó a 25ºC durante 24 horas.
Transcurrido dicho periodo de tiempo, se procedió a la siembra en placa para analizar su viabilidad. Posteriormente mediante la técnica de las sobrecapas se volvió a ensayar las mismas concentraciones para comprobar si hubiese variación en la MIC tras dicha incubación.
RESULTADOS
En el primer experimento de sobrecapas, únicamente se observó halos suficientemente nítidos en 4 de los 9 compuestos. Sin embargo, tras la incubación 24 horas y el posterior ensayo con sobrecapas, el halo se hace cada vez menos nítido conforme aumenta la concentración con la que se incubó la bacteria antes del ensayo de las sobrecapas.
CONCLUSIONES
1. Los únicos compuestos que inhiben el crecimiento de estas bacterias son el Sulfato tribásico de cobre, el Sulfato cuprocálcico, el Hidróxido cúprico + Oxicloruro de cobre y el Oxicloruro de cobre + Mancozeb. Siendo este último el que mayor efecto en la inhibición de P. savastanoi.
2. La exposición prolongada a compuestos cúpricos inducen algún sistema de defensa en la bacteria que la hace más resistente. Al incubar P. savastanoi junto con el fungicida cúprico durante 24 horas se obtienen unos resultados más ambiguos, ya que cuanto mayor es la concentración con la que se incuba más difícil es observar un halo de inhibición.
RECOMENDACIONES
Analizados los resultados y conclusiones, recomendamos:
• Realizar tratamientos preventivos con el Oxicloruro de cobre + Mancozeb o el Hidróx.calcio + Sulfato de Cobre.
• Para evitar los problemas de resistencias, es recomendable el uso alterno de otro tipo de compuestos que muestre eficacia frente a P. savastanoi.
• Si el olivar tuviese una infección severa, se recomienda realizar un diagnóstico especializado, aislando la cepa específica de la bacteria que afecta a la finca y comprobar que fungicidas son los más apropiados.
Este estudio nos ha permitido desarrollar un método eficaz de lucha contra la Tuberculosis del Olivo con el que podemos determinar el tratamiento más idóneo para cada finca y su dosis mínima dependiendo de la zona, tipo de cepa, etc… evitando aplicaciones innecesarias que encarecen los tratamientos.