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El consejero defendió el momento óptimo del sector porcino murciano en el aspecto sanitario "al estar libres de brucelosis, tuberculosis, fiebre aftosa o mal de Aujiezsky" un factor que permite la exportación de los productos "a todo el mundo" y destacó la creciente presencia "en mercados tan exigentes como Rusia y China".

Para Cerdá la porcinocultura murciana es un sector "competitivo, seguro y aceptado en los mercados internacionales" un prestigio del que corresponsabilizó a los propios ganaderos y a la administración regional.

La alta profesionalización del sector ha hecho que se convierta en un "generador de empleo" pese a la crisis que le afecta desde 2007 por el encarecimiento de las materias primas, como el cereal con el que se elaboran los piensos, que se ha incrementado en más de un 50 por ciento en los dos últimos años.

Ha recordado que en estos dos últimos años se han mantenido los precios de la electricidad, de los carburantes y de los piensos, lo que ha provocado "que la rentabilidad sea muy ajustada" pese a que en este momento "los precios son defendibles".

Para Cerdá uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector es la entrada en vigor el próximo enero de la Ley de Bienestar Animal, la transposición de una directiva europea que obligará al aumento de la superficie de granja por cada cabeza de ganado que contenga.

"Eso implicará ampliaciones de granjas o disminución del número de cabezas en algunas granjas y eso va a poner en cuestión la rentabilidad de las granjas", ha apostillado el consejero.

Ha adelantado Cerdá que el lunes y el martes de la próxima semana planteará en Bruselas en el debate sobre la Política Agraria Comunitaria (PAC) que las autoridades europeas están gravando con demasiada burocracia los movimientos ganaderos intracomunitarios, mientras que los controles sanitarios no son tan exigentes con terceros países, lo que deja a los productores en situación de desventaja.