Por lo tanto, la organización cree que se trata de unos buenos comienzos para un cultivo que todavía tendrá que pasar por muchas vicisitudes climáticas, que serán determinantes para obtener o no cosecha, hasta que en el mes de julio entren las máquinas a hacer la recolección.
En su comunicado, Asaja León resalta que las buenas condiciones climáticas para hacer las labores, y quizás también la gran demanda y los altos precios a los que cotizan actualmente los cereales en los mercados, han animado a los agricultores leoneses a aumentar unas siembras de cereal de invierno que podrían sobrepasar las 110.000 hectáreas, lo que supondría un incremento del 10 por ciento respecto a las 100.500 de la campaña 2011/2012.
El cultivo mayoritario es el trigo con el 55 por ciento de la superficie total, seguido de la cebada y la avena que en su conjunto representan el 35 por ciento y el centeno un 10 por ciento. La zona productora por excelencia del cereal de invierno se ubica en las comarcas de Sahagún y Esla Campos, aunque se produce también en regadío en el Páramo y en todas las vegas de regadíos tradicionales de la provincia. Los cereales de invierno en regadío representan el 30% de todas las siembras de estos cultivos.