24/06/15
La supresión de las cuotas altera el mapa de la producción de leche
La eliminación de las cuotas lácteas ha alterado ya el mapa de producción de leche en poco más de dos meses. Galicia y la cornisa cantábrica pierden peso en beneficio de otras zonas, como Cataluña, la meseta castellana, Andalucía y Aragón, que han redimensionado sus explotaciones y, sobre todo, por su mayor cercanía a los grandes centros de consumo.
En la última campaña con cuotas, sobre una producción total para entrega a la industria de 6,54 millones de toneladas, un 39% correspondió a Galicia. A gran distancia de esa cifra, y fuera de las comunidades autónomas de la cornisa, se hallaban Castilla y León con un 13%, Cataluña con el 10%, Andalucía con el 7%, Castillla-La Mancha con un 4%, Aragón con un 2% o Madrid con menos del 1%.
Pero según los datos manejados por la organización gallega Unións Agrarias, este reparto ha cambiado ya de forma apreciable: la producción de leche en Galicia se redujo el pasado mes de abril un 7% en relación con el mismo periodo de la campaña anterior. Esta situación fue consecuencia no solo de la bajada de los precios, sino también de la decisión de algunas empresas de contratar la compra de la materia prima en otras zonas donde ya se está desarrollando un aumento de cabezas en las explotaciones ganaderas y evitar así el transporte desde zonas tradicionalmente más productoras. En el mismo periodo, la oferta de leche en Andalucía ya se habría incrementado un 17%, y más del 20% en Castilla y León.
Cierre de explotaciones
Román Santalla, responsable ganadero de UPA y de Unións Agrarias, advierte de que esta tendencia puede tener unos efectos muy graves sobre la cabaña lechera gallega. El responsable ganadero reclama la intervención de las Administraciones para evitar el cierre de explotaciones.
Unións Agrarias cree que el sector debe hacer un esfuerzo para lograr un ajuste de costes y mantener una posición competitiva con explotaciones ganaderas extensivas. Y apuesta por la producción de leche ecológica. Pero también reclama a la Administración pública gallega, a las entidades financieras de la comunidad y a los industriales que operan en ese territorio el compromiso de desarrollar un plan industrial con presencia pública para fijar en el territorio los procesos de transformación de la leche gallega y evitar así la desaparición progresiva de uno de los pilares de la economía y del mundo rural gallego.
Bruselas ya contemplaba la posibilidad de que la eliminación de cuotas diera lugar a una deslocalización de la producción dentro de cada país y en el conjunto de la Unión Europea. Frente a ese riesgo, Bruselas incorporaba la posibilidad de que tanto las comunidades autónomas como los Estados miembros pudieran instrumentalizar apoyos a través de los programas o planes de desarrollo rural para sostener la actividad en el medio rural.