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Miguel Lorenzo

22/09/13

La UE trata de cerrar "in extremis" los últimos flecos de la reforma agrícola

Los Estados miembros intentarán el lunes avanzar en los puntos de la reforma agrícola aún pendientes de acuerdo, presionados por la necesidad de cerrar lo antes posible un pacto con el Parlamento Europeo (PE) para que el nuevo régimen pueda empezar a aplicarse a partir de 2014.

Aunque en junio los países y la Eurocámara llegaron ya a un acuerdo sobre la práctica totalidad de la nueva Política Agrícola Común (PAC), decidieron dejar aparte algunas cuestiones, relacionadas con el próximo marco presupuestario (2014-2020).

El consejo de ministros de Agricultura se reunirá el lunes para debatir en un almuerzo de trabajo esos aspectos, que incluyen el tope a las ayudas a los grandes terratenientes y su "degresividad", la transferencia de dinero entre pagos directos y ayudas de desarrollo rural y los niveles de cofinanciación de las subvenciones.

Al Parlamento Europeo le gustaría hacer algunos cambios en esos puntos, vinculados al marco financiero que la UE cerró el pasado febrero, pero denuncia que el Consejo no le ha dejado prácticamente margen para hacerlo.

Por su parte, los países insisten en que de ninguna manera van a reabrir elementos ya cerrados. El objetivo de los ministros el lunes será llegar a un acuerdo sobre la posición del Consejo, para poder avanzar en las negociaciones con la Eurocámara.

El tiempo apremia, ya que la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, colegislador en este ámbito, tiene previsto empezar a votar la reforma el próximo 30 de septiembre.

El presidente de esa comisión, Paolo De Castro, ha advertido esta semana del riesgo de un retraso en la aplicación del nuevo marco si la Eurocámara y el Consejo -Estados miembros- no logran en los próximos días un acuerdo sobre los flecos pendientes.

De Castro envió una carta a la presidencia semestral de la Unión Europea, que ejerce Lituania, que explica que si no hay acuerdo en las próximas reuniones entre el Consejo y el PE, la primera de las cuales tendrá lugar el 24 de septiembre, "la situación puede conducir a una incertidumbre legal cuyo resultado sería difícil de predecir".

Fuentes europeas explican que la principal preocupación en relación al retraso de los pagos en 2014 se refiere a los programas de desarrollo rural, aunque "hay escenarios potenciales en que se podría producir un retraso también en los pagos directos".

Si el PE tuviera que votar el 30 de septiembre un texto con conceptos y cifras entre paréntesis, "la reforma se vería forzada a una votación en segunda lectura, lo que podría retrasar todo hasta 2015/2016", añaden las fuentes.

Por su parte, el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, dijo esta semana que se sentía satisfecho al haber constatado en la última reunión del trílogo (Eurocámara, Consejo y Comisión) "fuertes señales de flexibilidad por parte del Parlamento Europeo". "Ahora es importante que en los próximos días los estados miembros hagan gala de una flexibilidad parecida", dijo. Ciolos advirtió de que "es importante que los colegisladores encuentren una solución antes de finales de septiembre, o de otra manera existirá el riesgo de no poder hacer algunos pagos en 2014".