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Marta García

22/04/14

La Universidad de Valencia destaca el papel de la agricultura en la lucha contra el cambio climático

Un centenar de especialistas discuten desde ayer en la Universidad Politécnica de Valencia sobre el estado actual del conocimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los expertos, agrupados en torno a la red "Remedia", investigan nuevas técnicas y prácticas para emitir menos GEI. También analizan cómo hacer que las plantas capturen más CO2.

Según explica el miembro del Comité Organizador de Remedia, Fernando Estellés, existe un "problema real" aunque "no tan grande como algunos plantean". "La agricultura y la ganadería están contribuyendo con un 12% de las emisiones, pero no debemos olvidar que la generación de energía es el 80%. Hay que trabajar en ello, pero no criminalizar a quien te da de comer", señala el experto en captura y mitigación de GEI en el sector ganadero. Además, la gestión forestal y agrícola bajo ciertas condiciones "tiene un enorme potencial de captura de CO2".

Estellés propone "optimizar los recursos" ya que "cualquier emisión tiene su origen en una pérdida de nutrientes que no aprovechan las plantas y animales". Por ello, "tenemos que mejorar la alimentación y el uso de fertilizantes, para que no se pierda nada". El resultado de avanzar en este terreno serán siempre ganancias. "Gano porque no emito gases y gano porque aprovecho mejor mis recursos", ha afirmado el experto.

El objetivo es establecer sistemas de balance más ajustados y reales entre la capacidad de emisión de la agricultura y la ganadería. Después, habrá que convencer a los propios agricultores y ganaderos, y a quienes tienen capacidad de decisión, sobre la necesidad de modelos de producción más sostenibles.

Los llamados gases de efecto invernadero son el anhídrido carbónico (CO2), óxido nitroso (N2O) y el metano. Según distintas investigaciones, la agricultura es responsable de entre el 60%-70% de las emisiones mundiales de N2O. Aunque las emisiones de óxido nitroso suponen alrededor del 10% de las emisiones de GEI, este gas produce un calentamiento 270 veces superior al del CO2.