08/07/14
Los espacios protegidos, estratégicos para estudiar el cambio climático
Los espacios protegidos andaluces son enclaves estratégicos para el estudio y la puesta en marcha de proyectos pioneros orientados a conocer las consecuencias del cambio climático, ha dicho la directora general andaluza de Espacios Naturales y Participación Ciudadana, Esperanza Perea. Perea ha apostado por la colaboración de todos los sectores implicados, como administraciones, técnicos, investigadores, empresas y la propia ciudadanía durante unas jornadas sobre Cambio Global y Parques Nacionales celebradas en Granada. En su opinión, ése es el camino para abordar lo que considera “uno de los principales desafíos” del planeta en el siglo veintiuno. Esos planteamiento, dice, están recogidos en el anteproyecto de ley de Cambio Climático que se tramita en Andalucía.
La futura norma elevará al máximo rango legislativo las medidas contenidas en dicha estrategia y en los posteriores programas de Mitigación (2007), Adaptación (2010) y Comunicación (2012).
La directora general de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha considerado imprescindible “reducir los plazos de transferencia del conocimiento a la gestión de los espacios naturales y garantizar su eficacia”.
Ha subrayado la necesidad de desarrollar “una investigación aplicada y una gestión activa, flexible y abierta”, que incorpore sobre la marcha los últimos avances científicos.
Sierra Nevada acoge unas jornadas
Perea se ha referido a las iniciativas llevadas a cabo en esta materia en el Espacio Natural de Sierra Nevada, que ha acogido estas jornadas impulsadas por el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Alimentación y el organismo autónomo de Parques Nacionales.
Fue en este espacio donde se puso en marcha hace más de siete años el Observatorio de Cambio Global, que ha articulado un nuevo modelo de gestión del Espacio Natural de Sierra Nevada.
Las montañas, ha recordado, son lugares “excepcionales” para detectar señales de cambio, por lo que ha abogado por aprovechar este espacio natural como lugar de alerta temprana de señales de cambio, al objeto de descifrar mejor los mecanismos y los efectos de estos procesos y ensayar medidas de adaptación.