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Miguel HGL

02/03/14

Los techos verdes invaden Toronto

Nos ha llamado la atención, al igual que ocurrió en su momento en Estados Unidos con Chicago, por su apuesta decidida por la implantación de techos verdes en sus edificaciones.

Y es que en esta ciudad están tan decididos a que florezcan las flores en sus techos que es la primera ciudad del Norte de América que ha legislado para incluir cubiertas vegetales en todas sus nuevas construcciones.

La legislación aplicable fue aprobada por el Ayuntamiento de Toronto en 2009 y se está aplicando desde principios de 2010 en todos los edificios de nueva construcción cuya superficie sea superior a 2.000 m2 y cuyo uso sea residencial, comercial o institucional. A partir de 2012 también se aplica en construcciones industriales.

La ley municipal sobre los techos verdes se aplica a todo tipo de nuevas edificaciones: residencial, comercial, institucional ó industrial

En el año 2004, la ciudad de Toronto encargó a la Universidad de Ryerson un estudio sobre los beneficios que reportaría la implantación de techos ó cubiertas verdes a gran escala en toda la ciudad. Los resultados del estudio indicaban que la ciudad se beneficiaría de importantes ahorros económicos, en especial en lo que toca a la gestión de aguas de lluvia y reducción del efecto isla de calor, con su consiguiente ahorro energético en climatización.

En el año 2005, el alcalde de la ciudad anunciaba públicamente que pretendía hacer de Toronto la ciudad líder en techos verdes. Para ello se diseñó e implementó una estrategia que consistía en una serie de iniciativas como la instalación de cubiertas verdes en edificios públicos, un programa piloto de ayudas y subvenciones, una serie de medidas para fomentar la instalación de cubiertas verdes, y publicidad y formación sobre la materia.

Aprovechando el ejemplo de Toronto en lo relativo a los techos verdes, vamos a repasar algunos de los beneficios de este tipo de planteamientos ecointeligentes:

Los techos verdes contribuyen preservar la biodiversidad en áreas urbanas.

Se produce una mejora en la gestión de aguas de lluvias: la vegetación de las cubiertas verdes absorbe el agua de lluvia y reduce enormemente su caudal, por lo que se logra una mejoría en la calidad de los recursos hídricos. Además, la disminución del caudal de agua de minimiza la erosión que esta provoca.

Mejora del efecto isla de calor, ya que los techos verdes contribuyen a ahorrar energía al ser un buen aislante del calor, disminuyendo la necesidad de enfriar los edificios mediante aire acondicionado. La implantación a gran escala de este tipo de cubiertas vegetales implicaría una reducción de la temperatura ambiente en la ciudad de unos 0,5 a 2 º C. Así, el gasto en energía se reduce especialmente en los picos de demanda.

La vegetación de los techos también ayuda a absorber gran cantidad de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, mejorando por tanto la calidad del aire en la ciudad.

Según podemos leer en su web, la ciudad de Toronto cuenta con unos 135 techos verdes, lo que supone más de 36.517m2 de superficie verde repartidos tanto edificios de uso residencial como comercial e institucional.

Con las leyes promulgadas, los premios recibidos y el apoyo ciudadano a esta iniciativa, Toronto, al igual que Vancouver también en Canadá, se coloca en cabeza del grupo de ciudades que se preocupan por su sostenibilidad y el bienestar de sus ciudadanos.