CHIL.org

Blanca Perez

19/01/15

Menos superficie de fresa para una mejor campaña

Desde antes de las fiestas de Navidad se trabaja en los campos de Huelva para recoger las primeras fresas que se destinan a mercados nacionales y extranjeros.

Como una verdadera delicatessen, la fresa de Huelva ha llegado un año más a los mercados nacional y europeo poco antes de las pasadas fiestas navideñas. Según fuentes del sector, se ha estado pagando a los productores entre cuatro y cinco euros por kilo, mientras que el consumidor la ha comprado en el supermercado a un precio que ha oscilado entre ocho y nueve euros. Este viernes su precio aún seguía siendo bastante aceptable, pagando el consumidor unos seis euros por kilo en una de las cadenas más importantes de España.

Sin duda, una situación muy distinta a la que el sector vivió durante la segunda mitad de la pasada campaña, en la que la excesiva producción (278.000 toneladas) derivó en un derrumbe de precios de hasta el 20%, según los datos de la Asociación de Productores y Exportadores de Fresa de Huelva (Freshuelva), que representa el 95% de los productores de frutos rojos del país.

Ello provocó un descenso del 10,7% del total de la facturación (281,5 millones de euros) con respecto a la campaña anterior, que se plasmó en la pérdida de rentabilidad de las explotaciones y en que muchos agricultores se viesen obligados a dejar de producir y a desmantelar sus fincas antes de la fecha de cierre de la temporada.

Para esta campaña las expectativas son algo mejores, según han coincidido en subrayar varios productores consultados por Huelva Información, entre ellos la propia Freshuelva, cuyo gerente, Rafael Domínguez, señaló que la temporada “arranca con la ilusión de que sea mejor que las anteriores”. Para ello se han adoptado “medidas concretas” encaminadas a evitar el problema de la excesiva producción, como “disminuir la superficie plantada de fresa para tender a una mayor diversificación hacia otras berries, lo cual conllevará menos tonelaje respecto a la pasada campaña”.

Descenso que la patronal fresera cifra en un 9,2% (de 6.980 hectáreas el año pasado a 6.340 éste), lo que “evidencia que la superficie vuelve a niveles de 2011 y 2012″, mientras que la superficie total plantada de frutos rojos (fresa, frambuesa, mora y arándano) es “similar a la de la anualidad pasada, en la que se plantaron 9.500 hectáreas, por las 9.460 que lo están este año”. Y es que frambuesas, arándanos y moras experimentan un crecimiento medio del 25% de superficie plantada.

En esta campaña hay 1.560 hectáreas de frambuesas plantadas, por las 1.300 que hubo el año pasado (un 20% más). En el caso de la mora se pasa de 70 a 90 hectáreas (un 28,6% más); y en el del arándano, de 1.150 a 1.470 (un 27,8% más), aunque en el caso de este último fruto su producción comercial se inicia a partir del tercer año de plantado, al tratarse de un arbusto.

La campaña se inicia marcada por el problema del veto ruso y, como siempre, por la incertidumbre de la climatología. Dos temas que, afirma, “se escapan a nuestras manos”, por lo que, “como siempre, habrá que ir valorando la campaña día a día, y la evolución de los mercados”.

De igual modo se posicionó recientemente el presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios, quien auguró una temporada con “muy buenas perspectivas”, aunque “en gran medida dependerá del clima”. En ese sentido recordó que “las tres últimas temporadas han sido muy malas”.

Por su parte, el representante en Huelva de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), el productor cartayero Antonio Luis Martín González, afirmó que su organización calcula que la producción de fresa se va a reducir esta campaña aproximadamente en 68.000 toneladas de fresa (la pasada campaña se produjeron 278.000 toneladas), debido fundamentalmente a tres factores: el crecimiento experimentado por la variedad onubense Primoris, de la que se han plantado en toda la provincia unos 100 millones de plantas que producen unos 200 gramos de fresa menos cada una (aunque de mucha mayor calidad), lo cual reducirá la producción en aproximadamente unos 20.000 toneladas; la reducción neta de la superficie plantada de fresa en aproximadamente un 10%, que supondrá otras 28.000 toneladas menos y en tercer y último lugar, porque como consecuencia de la crisis, muchos productores han optado por aprovechar los lomos viejos plantados del año pasado, lo que puede suponer una reducción de otras 20.000 toneladas.

Unos argumentos que han llevado a González Martín a afirmar que en esta temporada se espera “una campaña mejor que las de los últimos años”, eso sí, como siempre “condicionada por los factores climatológicos” y, en el caso concreto de este año, “por la resolución, o no, del veto ruso, problema que confío se solucione”.

Por lo demás, el gerente de Freshuelva señaló que las primeras fresas que este año están saliendo del campo onubense, que según sus palabras “están siendo de gran calidad porque ha venido todo bien y los productores estamos satisfechos”, están yendo a parar tanto al mercado español como al europeo, tendiendo más a los países mediterráneos cuyos inviernos son menos rigurosos y posteriormente, a medida que el frío se vaya suavizando, más al norte, entrarán en escena países como Alemania o Gran Bretaña. Y es que, según afirmó, en el caso de la fresa, “a más temperatura, mayor consumo”.

En cuanto al veto de Rusia, el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez Guillén explicó que se trata de un asunto “con el que ya finalizó la pasada campaña y que también influyó en sus resultados”, pero que espera que esta temporada “no provoque demasiadas disfunciones en los mercados”. Y es que, según prosiguió, el mercado ruso entra en escena sobre todo en el tramo final de la campaña por ser un país en el que las bajas temperaturas se prolongan más que en el resto. Tiempo que según sus palabras “puede servir para que la Unión Europea y Rusia alcancen finalmente un acuerdo en el marco de las negociaciones que actualmente mantienen para ello”.