NEIKER establece en Álava ocho puntos de control de la carpocapsa o gusano del manzano
La carpocapsa o gusano del manzano es la plaga más importante de manzanos, perales, nogales y membrillos. Resulta, por tanto, muy necesario llevar a cabo un control y seguimiento de esta polilla, que deposita sus crías sobre el fruto y se introducen en el mismo, lo que ocasiona importantes pérdidas para los productores. Con el fin de aportar soluciones innovadoras a este problema, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia, Sociedad Pública sin ánimo de lucro dependiente de la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, ha colocado ocho puntos de control de esta especie en zonas productoras de manzana de Araba-Álava. El seguimiento permitirá avisar a los agricultores, por SMS y correo electrónico, en el momento que los niveles poblacionales justifiquen la intervención para su control. Este control lleva haciéndose desde hace dos años en el territorio de Gipuzkoa y de hecho exite un acuerdo de colaboración entre NEIKER y la Diputación Foral de Gipuzkoa para tal fin.
Las trampas para carpocapsa (Cydia pomonella) cuentan con feromonas sexuales de esta especie, que atraen a los machos adultos. Cuando los técnicos de NEIKER-Tecnalia, o los agricultores colaboradores, detectan la presencia de 3-4 ejemplares por trampa y semana, se pone en marcha el mecanismo de alerta desde la Estación de Avisos del centro tecnológico, que avisa a las personas interesadas para que lleven a cabo el tratamiento indicado contra el gusano del manzano.
El control de la carpocapsa resulta de especial interés para la producción agraria ecológica, en la que no se utilizan pesticidas convencionales. El seguimiento de la especie permite a los productores ecológicos controlar la presencia de este lepidópetero y obtener unas producciones sin daños o con un porcentaje de daños aceptable (de 0 a 5% de la producción afectada). La agricultura convencional, por su parte, debe estar igualmente atenta a la presencia de la carpocapsa, ya que el uso sostenible de fitosanitarios (Directiva 128/2009) obliga a la gestión integrada de plagas basada, entre otras medidas, a determinar la necesidad de control químico en función de umbrales de tratamiento y la combinación con métodos alternativos de lucha.
Los puntos de control se han establecido en las localidades alavesas de Murgia, Altube (2), San Vicente de Arana, Ullibarri-Arana, Basabe, Maestu y Maturana. El seguimiento supone una aportación más de la Estación de Avisos de NEIKER-Tecnalia, un servicio on line gratuito dirigido prevenir a los agricultores de la presencia de plagas y a ofrecer recomendaciones sobre tratamientos de cultivo y riegos, entre otros fines. Para este trabajo, Neiker cuenta con la colaboración de personas, que tras su formación específica, remiten semanalmente los datos a la estación de avisos. Uno de nuestros más veteranos colaboradores es el Señor Alberto Beitia de Maturana, Mikel Agirre profesor del Instituto IES Murgia, Jose Miguel Fenandez Astobiza de basabe y Carlos Cid de Maestu
Dos puestas anuales, en primavera y verano
La carpocapsa tiene, en general, dos generaciones al año. Las primeras mariposas aparecen a fines de mayo o principios de junio y la segunda generación a finales de julio, aproximadamente. Por lo general, efectúan la puesta sobre las hojas que rodean los frutos, salvo en verano en que lo hacen directamente sobre aquellos. Al cabo de unos días tras la puesta, los huevos eclosionan y las crías de oruga comienzan a mordisquear los frutos para más tarde introducirse en ellos.
Para evaluar la densidad de población de la especie, se utilizan trampas de feromonas sexuales, que proporcionan información sobre el nivel de esta plaga en sus épocas de vuelo y, con estos datos, se determina la necesidad de realizar tratamientos y cuándo hacerlos. Antes de la aparición de los primeros adultos, se colocan las trampas colgadas de las ramas de los manzanos; normalmente, se instalan durante los días en que caen los pétalos de las flores del árbol. Se recomienda la colocación de una trampa por hectárea, hasta una superficie máxima de cuatro hectáreas si la parcela es homogénea y continua. Mediante estas trampas se capturan los insectos adultos machos de carpocapsa.