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Miguel HGL

16/05/13

Nueva tecnología para conocer mejor la composición y condiciones del alimento en tiempo real

Permitiendo de este modo, mejorar y optimizar procesos de fabricación, así como mejorar el control de calidad y seguridad en la materia prima o en el producto final. Todo ello tras 5 años de investigación en ainia centro tecnológico que se convierte así en el primer centro en España con la capacidad de trabajar en tiempo real con esta tecnología.

Trazas de metal, restos de cristal o de plástico en alimentos son cada cierto tiempo detectados por el consumidor, con la consecuente retirada del producto del mercado. Son las llamadas materias extrañas, elementos ajenos a los ingredientes de un producto alimentario que suelen proceder, en muchas ocasiones, de las materias primas o del mismo estorno en el que es procesado el alimento.

En una industria alimentaria como la europea donde los niveles de control son cada vez más exigentes, ¿cómo puede inspeccionarse los alimentos para verificar, antes de que lleguen al consumidor, que no contienen elementos extraños? Su rápida detección y el aumento de la seguridad y calidad de los alimentos es una de las preocupaciones del sector, del consumidor y de las autoridades.

Ahora, ainia centro tecnológico, después de 5 años de investigación, ha logrado desarrollar una nueva tecnología aplicada a la industria alimentaria capaz de obtener un mapa de composición en tiempo real del producto que se está procesando. Una tecnología revolucionaria basada en la visión espectral que permite ir más allá de las limitaciones que tienen los sistemas de inspección convencionales como los rayos x, que solo son capaces de detectar materias de alta densidad.

El alimento producido es iluminado con lámparas infrarrojas mientras que una cámara capta imágenes del producto que son procesadas por un sistema de computación de altas prestaciones que, mediante logaritmos avanzados, lo transforma en imágenes químicas. Es decir, identifica de qué está compuesto el alimento y cuál es su concentración: qué cantidad de proteínas, humedad, grasa o azúcares contiene, o por ejemplo, cuál es el grado de madurez de la fruta.

A su vez, la tecnología permite detectar con mucha mayor precisión posibles materias extrañas como metales, plásticos, huesos, restos vegetales, etc. que puedan aparecer en el alimento durante su producción, por ejemplo en frutos secos, elaborados cárnicos o platos preparados .

De este modo, la nueva tecnología tiene una gran aplicabilidad para mejorar y optimizar procesos de fabricación, así como en la mejora del control de calidad y seguridad en la materia prima o en el producto final.

Esta tecnología puede aplicarse a cualquier producto reduciendo costes de inspección y producción, mejorando así la eficiencia y seguridad alimentaria al comprobar en el 100% de la producción de una empresa alimentaria, de forma mucho más rápida y fiable, que un producto es seguro. Ainia, es el primer centro en España que cuenta con la capacidad de aplicar esta tecnología en tiempo real cubriendo todo el espectro infrarrojo cercano.

ainia está investigando en la aplicación de tecnologías ópticas y bioquímicas para adaptarlas a la industria. Dentro de esta línea de investigación cabe destacar el proyecto OPTIFOOD-ORGANIC, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el IMPIVA.