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Daniel Martínez

18/12/14

Nuevas tecnologías en la adaptación de la agricultura al cambio climatico

La agricultura se enfrenta al desafío de proveer alimentos en calidad y cantidad suficientes para satisfacer la demanda de una población que seguirá creciendo y cuyo poder de compra continuará incrementándose, en un contexto de cambio climático y de mayor conciencia ambiental y social.

¿Cómo contribuyen las nuevas tecnologías a que la agricultura afronte estos desafíos desde la mejora de la adaptación al cambio climático? Desde la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) han elaborado una infografía en la que se destacan las apuestas innovadoras en el campo de la tecnología y la innovación que facilitan al mundo agrícola su adaptación a este fenómeno global para poder continuar con su actividad en las mejores condiciones.

Entre estas innovaciones, la biotecnología ha permitido en las últimas décadas mejoras sustanciales en el sector agrícola como la biofortificación de cultivos y la resistencia a plagas, enfermedades y herbicidas, entre otros. Más recientemente, se utiliza en la producción de enzimas, probióticos, pigmentos, vitaminas, aminoácidos, así como en la fortificación, el alargamiento de la vida útil y la mejora del sabor y la calidad nutritiva.

La biotecnología ha sido promovida como una herramienta de adaptación en casos como el desarrollo de variedades ajustadas a situaciones de estrés hídrico y calor.

Por su parte, la nanotecnología «otorgaría beneficios a toda la cadena agrícola, destaca la infografía». Entre las ventajas que supone su aplicación está la «mejora en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades en plantas y animales», así como «avances en la desalinización, purificación y descontaminación del agua».

Las TIC pueden contribuir al «desarrollo de la agricultura, a la consolidación de los mercados agrícolas, al mejoramiento de los servicios y al fortalecimiento de los eslabones en las cadenas de valor regionales y globales», continúa la infografía. Su rol es central para generar, sistematizar información que permita «tomar decisiones productivas mejor adaptadas al cambio climático».

Desde Cepal subrayan que «para alcanzar estos objetivos, se requiere la colaboración público-privada, el fortalecimiento de los marcos regulatorios, la inversión en capacitación y un trabajo directo con los agricultores».