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Nutrición del olivo. Parámetros bioquímicos esenciales

En el artículo de febrero 2017, Nutrición de Precisión Tridimensional del Olivar, destacábamos la importancia de la nutrición del olivo como uno de los aspectos más importantes para el óptimo desarrollo vegetativo y productivo del cultivo. Son numerosos los parámetros bioquímicos y fisiológicos que condicionan el estado nutricional de la planta, polifenoles, carbohidratos, clorofila A, carotenos, macro y micronutrientes…, y solo entendiendo su función es posible establecer una estrategia nutricional más precisa y racional.

En la mayoría de los casos el olivo “muestra” visualmente su estado nutricional, ya sea equilibrado (vigor vegetativo, hojas de color verde intenso, óptima maduración del fruto …) o deficiente (defoliaciones, pérdida de coloración de la masa foliar, escaso desarrollo vegetativo, merma de producción …) señales que hay que saber identificar, interpretar y contrastar, mediante analíticas foliares, para actuar a tiempo.

Hay que saber identificar, interpretar y contrastar los síntomas visuales del olivo para actuar a tiempo.

En base a estos síntomas y a nuestra experiencia en olivicultura determinamos las fincas en función de su estado fisiólogo, lo que denominamos Estado Fisiológico Visual del Olivo -EFV-, que no es más que una forma visual, cualitativa y simple de clasificar las fincas. Y según su EFV, las segmentamos como: 

  • Estado Fisiológico Visual Bueno: la mayoría de los olivos presentan un crecimiento vegetativo óptimo, brotes largos, distancia entrenudos adecuada, hojas de tamaño grande de color verde intenso y ausencia de deficiencias nutricionales.
  • Estado Fenológico Visual Malo: la mayoría de los olivos presentan escaso o nulo crecimiento vegetativo, frecuentes defoliaciones, brotes pequeños y entrenudos muy cortos, hojas pequeñas de color verde apagado en las que se aprecian abundantes deficiencias nutricionales.

 

De entre los múltiples parámetros bioquímicos que condicionan e influyen en el estado fisiológico del olivo, los más relevantes a nivel nutricional son:

Polifenoles

Los polifenoles son importantes antioxidantes, astringentes, colorantes, sustratos de oxidación, constituyentes proteicos, etc… Estas moléculas son compuestos protectores liberados ante diferentes situaciones de estrés de la propia planta.

Carbohidratos

Imprescindibles para numeras funciones del olivo, destacando la formación del fruto. Los principales hidratos de carbono presentes en la aceituna son glucosa, fructosa, manosa y sacarosa. Los niveles más altos de carbohidratos solubles se encuentran en primavera y otoño.

Clorofilas

Las clorofilas son pigmentos presentes en las plantas, proporcionan la coloración verde al olivo y están destinados a la captación de la energía luminosa. La cantidad de éstos se ve afectados por diversos factores ambientales como la temperatura, el fotoperiodo, el nitrógeno, el agua y el grado de madurez del fruto. La disminución de los niveles de clorofila se traduce en un síntoma de estrés oxidativo. Existen dos tipos de clorofilas, la clorofila A y B, su concentración en olivo están relacionadas entre sí.

Carotenoides

Los carotenoides son compuestos naturales presentes en diversas estructuras de las plantas. Su función principal es desactivar radicales libres, producidos como subproductos del metabolismo celular y son muy agresivos para el olivo.

Macro y micronutrientes

Son elementos necesarios para el desarrollo del olivo y la maduración del fruto. Los principales macronutrientes son nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg). En cuanto a los micronurientes destacan el zinc (Zn), Hierro (Fe), Manganeso (Mn) y el boro (B). Ambos tipos de nutrientes se encuentran en el suelo, donde la raíz es capaz de absorberlos. Es necesario que estén en equilibrio para asegurar el correcto funcionamiento de la planta y así, conseguir el máximo rendimiento. Su deficiencia genera numerosos síntomas que van desde un mal desarrollo del olivo a la maduración defectuosa del fruto.

En la búsqueda del equilibrio nutricional, iniciamos una investigación sobre los diferentes componentes bioquímicos intervinientes en el ciclo vegetativo y su relación con el estado fisiológico del olivo y su producción.

Interesados en la influencia de estos parámetro en la nutrición del olivo, abordamos una investigación sobre los diferentes componentes bioquímicos intervinientes en el ciclo vegetativo y su relación con el estado fisiológico del olivo y su producción. El objetivo principal es conocerlos en profundidad, estudiar las relaciones entre ellos y sus efectos sobre el olivo para alcanzar y/o mantener el equilibro nutricional.

Este objetivo se desglosa en: 

  • El estudio de las diferentes concentraciones de polifenoles, carbohidratos, clorofilas, azúcares y carotenos en hoja.
  • La evaluación de las relaciones existentes entre dichos parámetros con la producción y el Estado Fisiológico.
  • El análisis de las relaciones existentes entre la concentración de polifenoles, carbohidratos, clorofilas, azúcares y carotenos con los macronutrientes y micronutrientes más significativos.

En cuanto a la metodología, se analizaron más de un centenar muestras procedentes de diferentes fincas de la provincia de Jaén, cuando el olivo se encontraba en estado fenológico H (endurecimiento del hueso) y fueron categorizadas según su estado fisiológico, dentro de tres grupos: Bueno (1)Regular (2) y Malo (3)

Los resultados más relevantes son:

  • Relación entre ‘Estado Fisiológico Visual – Clorofila A’: a mayor concentración de clorofila A en hoja, mejor es el Estado Fisiológico del Olivo.
  • Relación entre ‘Clorofila A – Polifenoles’: estos últimos están relacionados con el estrés del olivo. Por tanto, se deduce que, a mayor estrés, ya sea hídrico, ambiental o de otro tipo, la concentración de clorofila A disminuye.
  • Relación ‘Clorofila A – Macro y Micronutrientes’: valores elevados de clorofila A en hoja corresponden con altas concentraciones de nitrógeno, fósforo y boro.
Y a tenor de estos resultados podemos concluir que:
  1. La concentración de ‘Clorofila A’, por área, puede ser un buen indicativo tanto del estado fisiológico del olivo, de los niveles de nitrógeno, fósforo y boro en hoja (exceso o deficiencia), como un síntoma de algún tipo de estrés.
  2. Analizando visualmente el olivo se podría determinar su estado fisiológico y predecir, a grosso modo, deficiencias de ‘Clorofila A’.
  3. Conociendo el ciclo de las clorofilas y cómo le afecta las deficiencias nutricionales y situaciones de estrés, es posible interpretar los índices de vegetación utilizados en teledetección como el NDVI.

 La gran utilidad de esta investigación es realizar diagnósticos nutricionales completos y precisos y adaptar los tratamientos de fertilización/nutrición a las necesidades reales del cultivo.

Así, en situaciones de olivos estresados como consecuencia de periodos de sequía, riegos deficitarios, exceso de masa foliar, elevadas cosechas… lo más probable es que estemos en un escenario en el que los olivos presenten en hoja una elevada concentración de polifenoles y baja concentración de clorofilas, Nitrógeno, Fósforo, Boro y Calcio. Por tanto, en el siguiente ciclo de fertilización (vía suelo o foliar) sería interesante diseñar un tratamiento que intente corregir dicha situación nutricional con el fin de restituir los niveles nutricionales y fisiológicos adecuados para un buen desarrollo vegetativo y productivo. 

Esta investigación fue presentada en el Foro del Olivar y el Medio Ambiente del XVIII Simposio Científico-Técnico de EXPOLIVAFeria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, celebrado en Mayo de 2017 en Jaén.