01/04/14
Pistachos de La Mancha para competir con los americanos
El boom que se está viviendo actualmente en el consumo de los frutos secos está cambiando el mapa de producción a nivel mundial, en el que Castilla-La Mancha tiene mucho que decir. Esta premisa justifica las Jornadas de Puertas Abiertas que durante los últimos días ha realizado el Centro Agrario el Chaparrillo, situado a pocos kilómetros de la capital ciudadrealeña, que ahora mismo supone el tercer centro de investigación internacional más puntero en cuanto a pistacho se refiere.
«Estados Unidos ha desbancado a Irán, que eran los líderes, pero nosotros seguimos muy de cerca en esa carrera con todo el trabajo que realizamos para facilitar la transferencia tecnológica a nuestros agricultores», afirma Esaú Martínez, el director del Centro de Investigación, que nos conduce a pie de campo para que conozcamos de cerca la encomiable labor que realiza todo su equipo por mejorar la producción de este rentable fruto seco al que solo se atreven «los más arriesgados» agricultores de nuestra provincia, a pesar de su alta rentabilidad.
«El otro día varios pistacheros me dijeron que la venta este año se estaba dando muy bien, cerca de 8 euros el kilo», explica Martinez. Aún así, sus investigaciones logran día a día que haya más «atrevidos» en nuestra región. Al menos ese es el objetivo de las Jornadas Abiertas.
Además, en ellas se enseñan varias técnicas de injerto y mantenimiento para obtener más producción del propio pistacho. Un fruto seco que ha aprendido a convivir en los últimos 15 años con el almendro, el otro fruto protagonista de algunas de las charlas de estas Jornadas Abiertas. En cada una de ellas el objetivo es potenciar su cultivo para que los agricultores no se vayan a las tradicionales olivas o vides.
Más mimos
El problema es que hay que dedicarle un mayor mimo, y que los primeros frutos tardan años en salir. En el caso del almendro, además del bajo rendimiento que tiene en nuestra zona, (250 kilos de grano de pepita por hectárea), es un árbol muy sensible con las heladas, lo contrario que el pistacho. «Si se congelan no tienen producción, por lo que estamos investigando nuevas variedades que florezcan 30 días más tarde para que soporten bien las bajas temperaturas de la mancha», explica el director.
Los agricultores que asisten a las charlas donde se explican las últimas investigaciones en este campo siempre salen satisfechos. No solo porque siempre se van aprendiendo más de un fruto que no es común en nuestra tierra y que de alguna manera facilitan su subsistencia. Sino porque además de probar las nuevas variedades con las que se experimentan en el Centro Chaparrillo, se las pueden llevar gratuitamente y siempre tienen un asesor que en casos extremos, se acerca a su plantación para fomentar que la cosecha sea buena.
En los últimos años, el almendro empieza a encontrar acomodo en esta tierra, en parte también por el trabajo de investigación que se realiza desde este centro. Es un fruto que se introdujo en los años 70, pero se dieron cuenta tarde de que la variedad introducida, a pesar de que se adaptó bien a la tierra, tenía poca floración. «Era auto estéril, necesitaba de otras variedades para poder florecer», responde Martínez. «No había técnicos que lo explicaran y por eso las producciones eran tan bajas», justifica. Con la lección aprendida, y haciendo uso de árboles de la zona como la cornicabra, este fruto comienza a arraigarse más en La Mancha, donde se producen anualmente 4.000 kilos repartidos en 56.000 hectáreas.
La poda
En las Jornadas de estos días, los agricultores pisan el propio campo para aprender a podar o llevarse las últimas yemas. A pesar del viento que hace, cerca de 30 personas han participado en las jornadas de poda del pistacho, un cultivo relativamente reciente en nuestra provincia pero al que cada vez se interesan más agricultores. Ellos más que ellas; hoy las dos únicas mujeres que participan en este evento son de Murcia. «Siguen siendo menos, pero cada vez hay más y muy bien preparadas», nos confirma el director del centro, quien ha recibido hoy a personas que como ellas, también vienen de fuera de la región a aprovechar los frutos de la investigación que realizan en El Chaparrillo.
Respecto al almendro, el pistacho tiene más ventajas. La principal que han observado en este centro es que no se hiela. Es más, necesita temperaturas extremas para dar un buen fruto. Tiene una floración más tardía que la del almendro, acercándose a la segunda semana de abril y aguanta cultivos tanto de regadío como de secando.
El mayor cuidado hay que ponerlo en la poda y en los injertos, de los que dependen para que el árbol, que tarda entre 7 y 10 años en producir, se agarre a la tierra y de buenos frutos. Una producción que el pasado año con 4.000 hectáreas cultivadas, dio una producción de 600 toneladas en nuestra región.
Producción lenta
«El único problema de la planta es que es caro y de entrada la producción es lenta», explica Esaú Martínez. No obstante, «se pueden buscar atajos», afirma. Según las últimas investigaciones que han realizado, si injertan la planta con árboles que ya estén dando frutos, pero según el director del centro, «se adelanta algo, pero no mucho». Aún así la espera merece la pena, porque según indica Martínez, se trata de un fruto cuyo rendimiento «no lo da ningún cultivo de Castilla-La Mancha».
La tradición que existe en torno a la vid y la oliva hace que solo los más arriesgados o los más jóvenes se embarquen en esta aventura, pero teniendo en cuenta el buen momento comercial que están viviendo los frutos secos, Esau Martínez anima a que los agricultores lo tengan en cuenta.
«El mercado del aceite de oliva está no sufrirá grandes oscilaciones. El precio es pero muy bajo, porque hay mucho en todo el mundo y con sistemas mecanizados con altas densidades», explica. Pero sin embargo, el pistacho está experimentando un boom gracias a la política de producción de Estados Unidos, que en los últimos años ha introducido este fruto en el mercado oriental a precios muy bajos y una vez instalado, comienza a subirlos. Es el caso de China o India, países con una gran masa de consumo en su población que, en contra de lo que pueda parecer, «no son productores ni lo serán a medio plazo», atestigua el director de El Chaparillo.
Esta premisa es lo que hace que tenga tan buena salida un fruto que no es parte del consumo básico en la dieta diaria, con el añadido que es un producto que no es sustituible, cosa que no sucede con el aceite de oliva. «Si a los consumidores les cobras más de 3 euros por un litro puede que compren más el aceite de girasol», razona Esaú Martínez.
Beneficios para la salud
Además, estamos en un momento en el que se empiezan a valorar los beneficios de los frutos secos en material de salud, «son cardio-saludables», afirma el técnico, un elemento que siempre está presente en la gran campaña de marketing realizada por los productores de Estados Unidos.
El trabajo más importante, que es el de consumo, ya está hecho, afirma, con lo que aprovechar esta oportunidad para producir e investigar en descubrir plantas más productivas es el mejor de los retos para este Centro Agrario de Investigación.