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Eugenio DOP

21/04/15

Plagas y cambio climático: una amenaza real para los oleicultores y las empresas españolas

La emergencia de plagas que afectan al vigor del olivo, la producción o la calidad del aceite, en muchos casos ligadas al progresivo cambio climático, representa una de las grandes amenazas para los oleicultores y las empresas, aunque en la hoja de ruta sectorial no siempre figura como una de sus prioridades.

De momento, los operadores están más pendientes del mercado, muy parado y con pocas transacciones, pero con precios vigorosos que apuntan al alza durante las próximas semanas, al menos hasta que se tenga, a finales de mayo, una percepción de cómo podrá venir la próxima cosecha 2015-2016, lo que marcará la evolución posterior. O bien “se anclan” los precios en origen en esas fechas o bien se dispararán exponencialmente, en el caso de que los olivos estén poco cargados y anticipen que habría dos ejercicios con poco aceite.

Sobre las plagas, en la última campaña 2014-2015 —sea por descuido de los agricultores, por los recortes públicos que han afectado a los tratamientos preventivos en los olivares o por una combinación de ambos factores— se han padecido altas afecciones de “mosca del olivo”, una de las grandes enemigas de la calidad.

La comercializadora Interoleo Picual Jaén ha apuntado que esta plaga, combinada con una subida de temperaturas y estrés hídrico de las plantas, ha traído este año menos cosecha y una pérdida de calidad, hasta el punto de que “un porcentaje muy elevado” de aceites vírgenes extra —de mayor precio— ha tenido que calificarse como “lampantes” —deben ser refinados para ser comestibles—.

Pero la mosca y otras plagas serían “peccata minuta” en comparación con otros riesgos en ciernes, como la bacteria “xylella fastidiosa”, que tras extenderse por Italia ya se ha hecho un hueco en la agenda de Francia —que ha protegido sus fronteras— y de la Unión Europea (UE).

El riesgo de contagio es más grave si cabe porque hay 312 plantas que pueden ser “huésped” de la bacteria, como las del café y muchas otras de jardinería y ornamentales, sometidas a un intenso tráfico comercial, según fuentes de Asaja Córdoba, que lleva mucho tiempo exigiendo medidas de prevención y que España cierre sus fronteras a países donde exista la “xylella” (Italia y latinoamericanos).

Las mismas fuentes han añadido que en Italia se están arrancando olivos afectados en 12.000 hectáreas —en “el tacón” del país—, que la bacteria “ha saltado las barreras de seguridad” y que ya hay aproximadamente 250.000 hectáreas “acordonadas” allí, casi como todo el olivar que tienen en la provincia cordobesa.

Se ha detectado la “xylella” en plantas ornamentales en Córcega y también en un mercado cerca de París, esta misma semana, por lo que Asaja-Córdoba exige medidas para concienciar a la población española del riesgo, incluidos viveros, grandes superficies y mercadillos donde podrían venderse plantas contaminadas sin que nadie lo sepa.

Si un “mal” así llegara y se extendiera por el olivar español, primera potencia mundial del sector, los efectos económicos, sociales y medioambientales serían, en su opinión, dramáticos.

Comportamiento de los mercados

Ajeno a este peligro, el mercado sigue su rumbo, más enfocado en otros frentes: en las últimas semanas la estabilidad y la mayor diferenciación de las cotizaciones según calidades son la tónica.

Los precios a partir de los que salían el jueves a comprar los corredores se situaban en 3,24 euros/kg para el virgen extra picual; 2,87 para el virgen y 2,75 euros para el lampante, según Infaoliva.

Mientras, el Sistema de Información de Precios en Origen indica que, entre el 11 de abril y el viernes, se alcanzaban valores de 3,25 euros/kg para los vírgenes extra, un 1,52% menos que una semana antes, y los vírgenes se dejaban un 1,51% y se quedan en 2,93.

Sin embargo, la mayor caída afectó a los aceites de calidad inferior, que se sitúan en 1,08 euros/kg, un 43% menos.

Los lampantes subieron, por contra, el 1,04% hasta 2,71 euros.

El aceite de orujo crudo rebaja un 0,41%, del 6 al 12 de abril, respecto a la semana anterior, y se paga a 121,85 euros/100 kilos.

Y los de girasol refinado suben un 1,23%, hasta 82,50 euros/100 kg, según el Ministerio de Agricultura.

Italia registraba del 6 al 12 de abril caídas de precios respecto a la semana anterior para los vírgenes extra y vírgenes, mientras repuntaban ligeramente los lampantes. En el primer caso se pagan a 5,90 euros/kg (–2,2%); en el segundo a 3,82 euros/kg (–4,8%) y, en el tercero, a 3,82 euros (–4,8%), según las estadísticas del Ismea.