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RAIF: Cítricos: inicio del periodo de riesgo de la mosca de la fruta

El estado fenológico actual de las variedades Extratempranas (como por ejemplo las Satsumas okitsu, owari y clausellina; las Clementinas oronules y clemenrubí; o la Navel navelina) se halla en inicio del envero. Comienza, por tanto, el periodo en el que, dependiendo de las condiciones meteorológicas y fenológicas registradas en cada momento, el riesgo de picada de la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) será mayor o menor.

La velocidad de desarrollo del envero dependerá principalmente de la amplitud térmica entre temperaturas máximas y mínimas, cuanto mayor sea ésta más rápida avanzará la coloración y maduración de los frutos, especialmente con temperaturas mínimas frescas.

Para los próximos siete días, la AEMET prevé un descenso de las temperaturas mínimas, ampliándose el diferencial térmico, lo que favorecerá el avance del envero, traduciéndose este hecho en una mayor exposición de los frutos a la picada de la mosca de la fruta.

Resaltar que, las condiciones meteorológicas registradas actualmente están siendo óptimas para el desarrollo de este díptero, que se encuentran entre los 16ºC y 32ºC junto a una humedad relativa entre el 75 y el 85%, humedad que fácilmente se registra a primeras y últimas horas del día.

La hembra inspecciona los frutos buscando un lugar apropiado para realizar la puesta, pues el color y olor de los mismos tiene un papel importante en la elección de la puesta, prefiere el amarillo y el naranja, por lo tanto, es especialmente cuando el fruto está en envero-maduración, cuando el riesgo de picada y viabilidad de puestas y larvas es mayor, afectando negativamente tanto a la producción como a la comercialización de cítricos. En frutos aún verdes, aunque la picada no fuera viable ésta podría favorecer la entrada de patógenos. Por todo ello, respecto a la toma de decisiones relacionadas con el control poblacional de la mosca de la fruta, se recomienda, en estos momentos, la instalación de trampas para el monitoreo de adultos y realizar muestreos de frutos semanalmente. Habrá que tener en cuenta, por tanto, la fenología, capturas en trampas, presencia/ausencia de frutos picados y plazo de seguridad de las materias activas a utilizar.

Señalar que, el control de este díptero en los frutales huésped que se encuentren en las inmediaciones de la parcela y utilizar técnicas de trampeo masivo cuando se inicie el envero son medidas que contribuyen a la disminución de su población. Finalmente, durante la recolección, habrá que tener en cuenta que, tanto la eliminación de la fruta del suelo como no dejar fruta madura en el árbol son prácticas que evitan los focos para nuevas generaciones.

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