RAIF: Finaliza la vendimia en el Marco de Jerez
La vendimia en la provincia de Cádiz finalizó el pasado 9 de septiembre, más de un mes de recolección desde que comenzará ésta el pasado mes de julio, con la recogida de las variedades Chardonnay y Sauvignon Blanc. La vendimia de la variedad Palomino, predominante en la provincia, comenzó el día 2 de agosto.
Como siempre, la vendimia está condicionada por las circunstancias meteorológicas de cada año. Las temperaturas registradas en julio propiciaron una maduración muy rápida de la uva, adelantándose el inicio de la recolección. En un principio, se preveía un aumento de la producción, sin embargo, las elevadas temperaturas de los días centrales del mes de agosto, con registros termométricos de hasta 45ºC en algunos puntos de la provincia, propiciaron un descenso final en la producción sobre la estimación inicial, recolectándose unos 57,5 millones de kilos de uva, frente a los 60 millones de kilos esperados (en la anterior campaña se recolectaron 53,4 millones de kilos).
Este es el tercer año consecutivo con rendimientos medios por debajo de la media histórica (10.000 kg/ha), en los que se viene alcanzando poco más de los 8.000 kg/ha. La graduación media ha sido esta campaña de 11,5º baumé; elevándose ésta hasta los 11,6º en las viñas del municipio de Jerez, donde se encuentra el 60% del total de la producción para la elaboración de los vinos de Jerez. El alcohol potencial o grados Baumé ha oscilado entre los 10,8º de media en los pagos de Sanlúcar y los 13,4º de Lebrija (este municipio es de Sevilla, pero pertenece al Consejo Regulador del Marco de Jerez) .
El estado fitosanitario del viñedo ha sido, en general, satisfactorio; la uva ha entrado muy sana en los lagares, con una muy escasa incidencia de plagas y enfermedades; tan sólo se han observado algunos episodios puntuales de araña amarilla (Tetranychus urticae) asociados a periodos de altas temperaturas, que se han combatido puntualmente con tratamientos focalizados; así como la alta incidencia de oídio (Uncinula necator) en algunas zonas, controlada también con los oportunos tratamientos fungicidas. En algunas viñas de los municipios costeros se empezó a detectar en agosto algunos focos de podredumbres del racimo, los cuales se controlaron de manera natural con las elevadas temperaturas de mediados de agosto (> 40ºC).