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La incidencia que presenta la mosca del olivo (Bactrocera oleae), en el olivar andaluz durante la primera decena de julio, es muy escasa, mostrando una mayor presencia en las provincias de Cádiz y Sevilla, en donde, por las condiciones atmosféricas de alta humedad relativa y temperaturas algo más suaves, se favorece la biología del insecto. Se observan frutos afectados por Bactrocera oleae en todas las provincias, a excepción de Granada y Jaén, mientras que en las provincias de Cádiz, Córdoba y Sevilla, ya existen frutos con puesta viable.

En lo referente al vuelo de adultos, las capturas registradas en los moqueros Mac-phail, destacan las provincias de Cádiz y Córdoba, con un valor medio provincial de 4’90 y 4’80 adultos/mosquero y día, respectivamente, mientras que por Zonas Biológicas, destaca la Subbética Septentrional (Córdoba), con 25’80 adultos/mosquero y día. En placas cromotrópicas, destacan las provincias de Cádiz y Sevilla, con un valor medio provincial de 2’30 y 2’10 adultos/placa y día, respectivamente.

Se han realizado tratamientos fitosanitarios para su control en algunas áreas de la provincia de Sevilla, principalmente en variedades de mesa.

Con las condiciones ambientales registradas en los últimos días, con un notable aumento de las temperaturas y una escasa humedad relativa, va a provocar el descenso poblacional y en consecuencia una reducción de la actividad de este agente sobre el cultivo. No obstante, se aconseja estar atentos a la evolución de éste insecto, mediante el monitoreo de las poblaciones de adultos y la observación de frutos picados.

Recordar, que las condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa, son limitantes para la biología del insecto y son:

• Con temperaturas superiores a 30ºC induce a una reducción de la fecundidad en las hembras.
• Temperaturas continuadas por encima de 32ºC durante varias horas al día provocan una mortalidad superior al 80% de huevos y larvas de primer estadio de desarrollo.