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RAIF: Situación fitosanitaria de la mosca del olivo en Andalucía

El estado fenológico dominante en el olivar es “I2” (Envero, manchas rojas) y “J1” (Fruto maduro pulpa blanca), en la mayor parte de Andalucía. En Málaga  domina “I1” (Envero amarilleo)-“I2” (Envero manchas rojas) y de Granada “I2” (Envero, manchas rojas). Por otra parte, el estado más avanzado es “J2” (Fruto maduro pulpa roja) presente en la mayoría de las provincias y en aquellas áreas de cultivo más adelantadas.

La inestabilidad atmosférica de los últimos días, con fenómenos tormentosos que han dejado precipitaciones, el descenso de las temperaturas, aumento de la humedad relativa, y de la intensidad del viento según las zonas, han hecho disminuido la actividad de la mosca del olivo (Bactrocera oleae), con un descenso de las capturas.

Respecto al índice de aceituna picada, Cádiz, Jaén y Granada, son las que presentan mayores valores medios provinciales, con un 8’4% Cádiz, y 4’8% Granada. En cuanto al índice de picada viva, alcanza los máximos registros en las provincias de Jaén, Granada Sevilla, con un valor medio provincial de 5’4, 3’3 y 3’1% de picada viva, respectivamente.

Las capturas en trampas cromotrópicas, descienden de forma generalizada en la mayoría de las provincias a excepción de Córdoba y Jaén, donde se aprecia un aumento de las mismas. Por los registros obtenidos, destacan las provincias de Granada, Sevilla y Jaén, con un valor medio provincial de 5’9, 5’5 y 5’3 adultos/trampa y día, respectivamente.

Por otra parte, las capturas en los mosqueros mac-phail, tienen una tendencia descendente en la mayoría de las provincias, a excepción de Granada y Jaén, donde aumentan sus índices. De las observaciones realizadas destacan los valores obtenidos en las provincias de Granada, Cádiz Sevilla, con un valor medio provincial de 5’6, 4’1 y 3’1 adultos/mosquero y día, respectivamente.

En general, la Mosca del olivo está mostrando una incidencia moderada en todas las provincias, a excepción de Cádiz, Jaén Granada y en determinadas áreas de cultivo del resto de las provincias, donde el porcentaje de fruto afectado está alcanzando unos niveles altos, principalmente en parcelas puntuales de variedades de aceituna de mesa más susceptibles o en zonas de campiña, que presentan temperaturas suaves.

Es conveniente recordar que la mosca detiene su actividad biológica con temperaturas inferiores a los 6 ºC y mayores de 35 ºC, siendo entre los 20 - 25 ºC la temperatura óptima para su desarrollo.  Las temperaturas por debajo de los 36 ºC son favorables para el buen desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad y una humedad relativa  elevada (>80 – 85 %) favorece la incidencia de la plaga.

Se aconseja vigilar el cultivo, observando la evolución de este insecto, tanto cuantificando las poblaciones de adultos en trampas, como su incidencia sobre las aceitunas, mediante la realización de muestreos de frutos.

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