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RAIF: Situación fitosanitaria de prays antófaga

El estado fenológico dominante en el cultivo de olivar en nuestra comunidad oscila, entre el estado “C” en Granada y el “D2” (Despliegue corola), observado en Sevilla; siendo el estado “D1” (Empieza corola) el dominante en el resto de provincias andaluzas.  El estado fenológico más adelantado en las provincias occidentales es “F” (Floración), con una media del 5-10% de flores abiertas; mientras que en las provincias orientales el estado más adelantado es “D3” (Corola cambia color).

Dada la actual fenología, y las temperaturas del momento, se ha comenzado a observar las primeras inflorescencias atacadas por huevos o larvas de prais (Prays oleae) en el olivar andaluz, la denominada generación antófaga del prais.

Los adultos de la generación anterior (filófaga) depositan sus huevos en los botones florales, con marcada preferencia por el cáliz, comienza la generación antófaga. La larva de la nueva generación se alimenta de los botones florales y las flores. Al final de su desarrollo éstas tejen un capullo con los restos de las flores secas y realizan la crisálida en la misma inflorescencia. La generación antófaga es la de evolución más rápida, desarrollándose, según la climatología y la zona, en los meses de abril y mayo.

La provincia donde se ha registrado mayor ataque de esta plaga ha sido en Sevilla, con una media provincial del 2,1% de inflorescencias atacadas, seguida de Córdoba y Jaén con un 1,4%, Huelva con un 1%, y Cádiz y Málaga con un 0,5% y 0,4% respectivamente. En la provincia de Granada, la más atrasada fenológicamente, no se ha observado aún presencia de puestas o larvas de esta generación. El porcentaje de parcelas con inflorescencias atacadas por prais antófaga oscila entre el 4% de Málaga y el 49% de Sevilla.

Por zonas biológicas, destaca el daño registrado en “Las Colonias – Vega baja”, en la provincia de Córdoba, con 4,9% de inflorescencias atacadas con formas vivas; seguida de “Sierra Morena Occidental” (Córdoba), con un 4,3%, y “Sevilla” (Sevilla) con un 4%.

Es importante recordar que la generación antófaga del prais debe ser vigilada principalmente en las parcelas más adelantadas fenológicamente (D3 y F), y en las que posean un escaso porcentaje de inflorescencias, en donde la presencia de esta plaga puede provocar daños muy importantes.

Las condiciones que deben reunirse una parcela para ser necesaria la realización de un tratamiento fitosanitario contra esta generación del prais, son:

  • Poseer una media de menos de 10 inflorescencias por brote.
  • Que el porcentaje medio de flores fértiles sea inferior al 20%.
  • Observarse más del 5% de inflorescencias atacadas con formas vivas.

En caso de tener que intervenir químicamente para controlar a esta generación del prais, pues se han producido a la vez las tres condiciones mencionadas anteriormente, el momento ideal para realiza el tratamiento es cuando haya, aproximadamente, un 20% de flores abiertas.

Como medio control biológico se recomienda la liberación de larvas de crisopa (Chrysoperla carnea) en el estado fenológico D1-D3, como forma de reforzar las poblaciones naturales de este neuróptero, siguiendo las dosis e indicaciones del fabricante.

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