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RAIF: Situación fitosanitaria y desarrollo de la vendimia durante la campaña 2021

La vendimia en Andalucía comenzó a lo largo la segunda quincena del mes de julio en todas las provincias vitícolas, con la recolección de las variedades más tempranas, como ChardonnaySauvignon blanc, Verdejo, Moscatel de grano menudo, etc. con destino a la elaborarán los vinos jóvenes sin crianza. Son fechas similares al inicio de vendimia de la campaña pasada. Se continuó la vendimia con la recolección de las variedades tintas Cavernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot, Syrah, etc. Por último se recolectaron las variedades mayoritarias en cada marco: Zalema en Condado Huelva el 23 de agosto, Palomino fino en Jerez el 2 de agosto y Pedro Ximénez en Montilla-Moriles la primera semana de agosto.

En Huelva la primera semana de octubre terminó la recolección. Es significativo el excelente estado fitosanitario de los racimos durante toda la recolección al no tener que destacar, durante la campaña, daños por mildiu, oído, lobesia y/o podredumbres. Matizar que, esta campaña, el número de racimos por sarmientos ha sido menor que el de una campaña normal debido a los graves daños por mildiu registrados hace un año. Además, debido a las precipitaciones registradas en el mes de mayo, durante el cuaje, algunas flores no llegaron a cuajar, dando como resultado racimos menos apretados durante el envero y maduración, no dándose así el tan temido rajado de granos típico de la variedad Zalema, la cual se caracteriza por dar racimos muy apretados. En el caso de las nuevas variedades, éstas adelantaron su maduración por altas temperaturas, habiéndose iniciado la recolección a finales del mes de julio.

La vendimia en la provincia de Cádiz finalizó el 9 de septiembre. En un principio, se preveía un aumento de la producción, sin embargo, las elevadas temperaturas de los días centrales del mes de agosto, con registros termométricos de hasta 45ºC en algunos puntos de la provincia, propiciaron un descenso final en la producción sobre la estimación inicial, recolectándose unos 57,5 millones de kilos de uva, frente a los 60 millones de kilos esperados (en la anterior campaña se recolectaron 53,4 millones de kilos). Este es el tercer año consecutivo con rendimientos medios por debajo de la media histórica (10.000 kg/ha), en los que se viene alcanzando poco más de los 8.000 kg/ha. La graduación media ha sido esta campaña de 11,5º baumé; elevándose ésta hasta los 11,6º en las viñas del municipio de Jerez, donde se encuentra el 60% del total de la producción para la elaboración de los vinos de Jerez. El alcohol potencial o grados Baumé ha oscilado entre los 10,8º de media en los pagos de Sanlúcar y los 13,4º de Lebrija (este municipio es de Sevilla, pero pertenece al Consejo Regulador del Marco de Jerez).

En Montilla-Moriles, la vendimia finalizó la primera semana de septiembre. Después de la ola de calor de mediados de agosto, se secó mucha vegetación, deshidratando la uva y alterando la maduración, dando como resultado una reducción importante de la cosecha, se estima en un 25% inferior a la campaña pasada. La uva que pudo quedar, subió los grados de azúcar muy rápidamente en 4 días y se vendimió la uva lo más rápido posible. En los ruedos y zonas que tenían entre 11 y 13 ºBé antes de la ola de calor, la uva se quemó, recolectándose entre 15-18 ºBé. En zonas más frescas y tardías como Moriles, se recolectaron en torno a 14ºBé.

En Málaga la vendimia finalizó a finales de septiembre, con una producción algo menor de lo normal y una media de 12´80º Baumé, con un estado fitosanitario de los racimos bueno y un mínimo porcentaje de racimos con botritis. Lo destacable es el mosquito verde, que sigue presente, aunque viene disminuyendo la cantidad de insectos por hoja en las últimas semanas.

Por tanto, el estado fitosanitario del viñedo ha sido, en general, satisfactorio; la uva ha entrado muy sana en los lagares, con una muy escasa incidencia de plagas y enfermedades; tan sólo se han observado algunos episodios puntuales de araña amarilla (Tetranychus urticae) asociados a periodos de altas temperaturas, que se han combatido puntualmente con tratamientos focalizados; así como la alta incidencia de oídio (Uncinula necator) en algunas zonas, controlada también con los oportunos tratamientos fungicidas. En algunas viñas de zonas costeras se empezó a detectar en agosto algunos focos de podredumbres del racimo, los cuales se controlaron de manera natural con las elevadas temperaturas de mediados de agosto (> 40ºC).

Una vez finalizada la recolección, continuaron los muestreos mosquito verde, ya que un ataque moderado o grave de este agente puede producir un mal agostamiento de la madera. A principios de octubre, se registraron valores bajos.

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