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Marta García

06/06/13

Salmón producido en granjas acuícolas aumenta los niveles de los ácidos grasos omega 3 en la sangre

Los estudios por dietista Susan Raatz y fisiólogo Matthew Picklo con el ARS abordan las preocupaciones sobre los niveles de los ácidos grasos omega 3 en el salmón producido en granjas acuícolas comparada con el salmón en estado salvaje. Los científicos trabaja en el Centro Grand Forks de Investigación de Nutrición Humana mantenido por el ARS en Grand Forks, Dakota del Norte. ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del Departamento de Agricultura de EE.UU.

Dos ácidos grasos omega 3—EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico)—son abundantes en los peces aceitosos tales como el salmón, el atún, la caballa y el arenque. El consumo de 250 miligramos diariamente de EPA y DHA—el cual es la cantidad en un filete de 3 onzas del salmón producido en una granja acuícola—ha sido asociado con una reducción en el riesgo de la enfermedad cardíaca.

Los científicos evaluaron un grupo de 19 voluntarios humanos saludables que consumieron tres diferente tamaños de porciones del salmón atlántico producido en una granja acuícola. Cada voluntario consumió dos porciones semanalmente de uno de tres diferentes tamaños de porciones del salmón por cuatro semanas. Después de un período de cuatro a seis semanas para eliminar los ácidos grasos de la sangre, cada voluntario consumió un diferente tamaño de porción del salmón, con otro período para limpiar la sangre. Luego cada voluntario consumió el tercer tamaño de porción de salmón. Al final del estudio, cada voluntario ha consumido cada tamaño de porciones del salmón.

El peso crudo de las porciones fue 90 gramos (aproximadamente 3,2 onzas), 180 gramos (aproximadamente 6,3 onzas) y 270 gramos (aproximadamente 9,5 onzas). Las Guías Alimentarias para los estadounidenses recomiendan el consumo de aproximadamente 8 onzas de mariscos semanalmente.

Los investigadores tomaron muestras de la sangre de los voluntarios para anotar los niveles de ácidos grasos y otros indicadores de riesgo de la enfermedad cardíaca en los voluntarios al principio y al final de cada tratamiento. Los resultados demostraron que los niveles del EPA en la sangre fueron doblados después del consumo de las porciones de 6,3 onzas, y aumentaron casi tres veces después del consumo de las porciones de 9,5 onzas. También, basados en los indicadores en la sangre, los niveles del DHA fueron aumentados por casi el 50 por ciento, sin tener en cuenta el tamaño de la porción del salmón.

Los hallazgos de esta investigación fueron publicados en 'Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics' (Revista de la Academia de Nutricion y la Dieta).