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Eugenio DOP

26/04/15

¿Puede el aceite picual perder la etiqueta virgen extra?

Hay enorme preocupación en el sector olivarero por la aplicación del reglamento que sirve para medir los niveles de los ésteres etílicos del aceite de oliva. Los ésteres no son si no, un proceso de fermentación natural tanto metílico como etílico, que se producen en el aceite de oliva debido a la existencia pequeñas partículas de piel de la aceituna que hayan podido quedar tras la obturación. Se da la circunstancia de que la aceituna de la variedad picual, la más abundante en la provincia de Jaén y en Andalucía es la que tiene la piel más fina y la que, por tanto, puede romperse con mayor facilidad.

Un asunto de enorme trascendencia que han abordado desde la consejería de Agricultura y las organizaciones agrarias e industrias del sector oleícola. Todos están de acuerdo en instar a la Comisión Europea a que aplique «una moratoria en la reducción de los niveles de ésteres etílicos del aceite previstos en el Reglamento europeo, hasta que los estudios científicos corroboren si esta a medida es o no adecuada y se alcance un consenso en el seno del Consejo Oleícola Internacional (COI)».

Según se puso de manifiesto en la reunión, en el caso de los ésteres etílicos (compuestos que se forman al combinar un ácido graso libre con un alcohol de cadena corta en una reacción química que se denomina esterificación), algunos estudios preliminares indican que el nivel podía evolucionar durante el período de almacenamiento del aceite; por lo que se acordó supeditar estos niveles a los resultados de los estudios científicos. Sin embargo, en su transposición a la normativa europea no se incluyó esta salvedad. El Reglamento entró en vigor en marzo de 2014 y para los aceites de la campaña 2013/2014 exigía un nivel máximo de ésteres etílicos de 40 miligramos por kilo. En esta campaña (2014/2015) se ha aplicado un nivel máximo de 35 miligramos por kilo y para la próxima, está previsto un nivel de 30 miligramos por kilo, «lo que puede dejar excluidos a algunos aceites de oliva virgen extra de excelente calidad»

MEDIACIÓN DEL COI

Actualmente, la Comisión Europea ya tiene el borrador de reglamento y su aprobación se realiza, según explicó la consejera de Agricultura en funciones, Elena Víboras por «actos delegados, es decir, los Estados Miembros no intervienen. Por ello, es necesario actuar ahora, antes de que se apruebe este reglamento, para evitar que se aplique en la próxima campaña, como medida cautelar, hasta que se clarifique la situación en el COI». Así que para intentar frenar esta normativa ya se ha enviado un escrito a la ministra de Agricultura, solicitando su actuación ante la Comisión Europea por este asunto.

Además, Víboras ha anunciado que se reunirá con el COI en unos días y solicitará también la colaboración de los europarlamentarios. «Aunque los niveles de ésteres etílicos por encima de 30 miligramos por kilo no son un caso generalizado en Andalucía, sí que existen aceites de muy buena calidad que se quedarían fuera por este parámetro de manera injusta» resaltó la consejera que insistió en que el nivel de ésteres etílicos debe ser consecuente con el tipo de aceituna y los procesos para la extracción del aceite, «porque no tiene sentido que aquellos productores que han hecho un esfuerzo de modernización de sus almazaras, acorde con los objetivos medioambientales de reducción de agua y energía, se vean ahora perjudicados por un parámetro concreto que, en absoluto, refleja la calidad real de estos zumos de aceituna».

Desde hace tiempo que se viene trabajando en los laboratorios para reforzar, de manera científica, que la existencia de estos parámetros en algunos aceites no daña su calidad. Uno de estos estudios se ha realizado en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) «Venta del Llano», según el cual, el sistema de tres fases, con mayor adición de agua y mayor temperatura en la centrífuga vertical, reduce el contenido en etanol, pero también de otros compuestos, como los polifenoles, que aportan cualidades saludables y organolépticas al aceite de oliva, algo que perjudica especialmente a Andalucía, y en general a toda España, donde se ha realizado una importante inversión para implantar el sistema de extracción de dos fases, que reduce el consumo de agua y la generación de efluentes.

Además, desde la Consejería se ha presentado una recopilación de los datos analíticos de los laboratorios agroalimentarios de la Junta en Córdoba y Granada durante 2013 y 2014, un total de 753 muestras. Ambos estudios de la Consejería van a ser remitidos al COI, según anunció Víboras. Un asunto éste, muy complejo, pero que podría abrir resquicios a etiquetar aceites como vírgenes extra sin que lo sean realmente. Desde la Web de la Asociación Española de Municipios del Olivo ya se puso en su día sobre la mesa la siguiente pregunta: « ¿Cuál es el problema que no tiene explicación científica?, pues que un aceite de oliva resulte virgen extra a la cata (absolutamente ningún defecto y frutado) y a la vez tenga altos índices de esteres alquílicos. Esto sólo puede ocurrir cuando hemos eliminado olor y sabor pero no han desaparecido los esteres, lo cual sólo se puede explicar si el aceite ha sido desodorizado a 100-120º y encabezado con un virgen extra de verdad. Esto en sí mismo no es ilegal, siempre que catalogáramos ese aceite como aceite de oliva, pero si este aceite lo etiquetamos como virgen extra faltaremos a la verdad, e implicaría, bajo la actual legislación, un claro fraude de calidad».