CHIL.org

Miguel HGL

10/07/13

El 75% de los europeos pagarían más por productos ecológicos

Según una encuesta realizada por la Unión Europea (UE), la mayoría de los europeos, más del 75 por ciento, están dispuestos a pagar más por productos respetuosos con el medio ambiente si confían en que verdaderamente lo son (77 %). Sin embargo, apenas la mitad de los ciudadanos de la Unión (55 %) se consideran informados sobre el impacto ambiental de los productos que compran y utilizan.

La encuesta sobre las actitudes de los europeos frente a la creación del mercado único de los productos ecológicos, deja ver que la mayoría de los europeos estarían dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo y comprar más productos ecológicos, pero muchos consideran que les falta información y desconfían de los reclamos ecológicos de los fabricantes.

Janez Potočnik, comisario de Medio Ambiente, ha señalado que “por supuesto que todos queremos ver más productos ecológicos en los estantes, pero esta encuesta revela que la mayoría de los consumidores se sienten confundidos ante los reclamos ecológicos y no confían en ellos. Esto no es bueno para los consumidores, ni recompensa a las empresas que realmente están haciendo un esfuerzo. Estamos trabajando con las empresas y otras partes interesadas para desarrollar la información creíble que los consumidores buscan cuando compran sus productos, lo que ayudará al crecimiento de los mercados y a la creación de oportunidades para la innovación y la inversión en la economía verde”.

Confianza

La gran mayoría de los ciudadanos de la UE cree que comprar productos ecológicos puede incidir de forma decisiva en el medio ambiente (89 %) y que esos productos son tan efectivos como los demás (74 %). Los ciudadanos que más confían en que los productos etiquetados como ecológicos son menos dañinos para el medio ambiente son los portugueses (84 %), los malteses (82 %), los franceses (81 %) y los belgas (81 %). En cambio, los niveles de confianza son mucho más bajos en Alemania (44 %), Rumanía (46 %) y los Países Bajos (47 %).

Poco más de la mitad de los ciudadanos de la UE suele confiar en las alegaciones de los productores sobre el comportamiento ambiental de sus productos (52 %), pero la mayoría desconfía de los informes de las empresas sobre su propio comportamiento ambiental (54 %). Los ciudadanos de la Unión con más propensión a considerar que las declaraciones en este sentido son exageradas o engañosas son los rumanos (40 %), los búlgaros (40 %), los griegos (39 %) y los letones (37 %).

Esta creencia está menos extendida en Malta (17 %) y Estonia (20 %). Con todo, se observa un firme respaldo a la obligación de que las empresas publiquen informes sobre su comportamiento ambiental global y sobre el de sus productos (69 %).

Una proporción significativa de los encuestados no considera seguro consumir productos alimenticios después de la fecha que consta en la mención «consumir preferentemente antes del» (45 %). Esto significa que cada día se desperdician o se tiran grandes cantidades de alimentos comestibles. Más del 75 % de los ciudadanos suecos (81 %), austríacos (77 %) y británicos (77 %) consideran seguro consumir productos alimenticios después de la fecha que consta en la mención «consumir preferentemente antes del», opinión compartida por menos del 20 % de los ciudadanos de Rumanía (14 %) y Lituania (17 %).

Antecedentes

Las empresas que desean resaltar el comportamiento ambiental de sus productos se enfrentan a numerosos obstáculos. Coexisten varios métodos diferentes promovidos por los gobiernos o por iniciativas privadas, por lo que esas empresas se ven obligadas a multiplicar los costes de proporcionar información ambiental. Los consumidores están sumidos en la confusión ante la proliferación de etiquetas diferentes con información variada, lo que dificulta la comparación de productos.

En abril de 2013 la Comisión adoptó una Comunicación sobre la creación del mercado único de los productos ecológicos y una Recomendación sobre el uso de métodos comunes (véase IP/13/310), que dieron inicio a un proyecto piloto en el que las partes interesadas van a ayudar a desarrollar formas más adecuadas de medir el impacto ambiental de los productos. Esta iniciativa debe contribuir al desarrollo de información ambiental comparable y fiable, que genere confianza entre los consumidores, las empresas, los inversores y otras partes interesadas. Para aplicar correctamente esta nueva iniciativa es esencial comprender mejor el comportamiento y las actitudes de los consumidores.

La encuesta se llevó a cabo en los veintiocho Estados miembros de la Unión Europea. Más de 25.568 personas de grupos sociales y demográficos distintos fueron encuestadas por teléfono en su lengua materna en nombre de la Comisión Europea.