20/10/13
España tendrá una de sus mejores vendimias en 20 años y superará a Italia y Francia
Frenética actividad en los tajos manchegos -primer viñedo del mundo-, campos en los que se dan las mejores condiciones en 20 años para las uvas, lo que se traducirá en una cosecha casi histórica de 48 millones de hectolitros a nivel nacional, si se exceptúa la de 2005-2006, con más de 50 millones. Una vez normalizada la situación y eliminado "el tapón" que impedía seguir recibiendo uvas en algunas bodegas y cooperativas, La Mancha encara la recta final de la vendimia -podría concluir incluso la semana próxima-, aunque en algunas latitudes del norte de España la desigualdad en la maduración condicionará, y de qué manera, la actividad y también la preocupación por la calidad de uva y mosto. La maduración ha sido óptima en los granos manchegos, región que concentra el 60% de toda la cosecha española y que ha sufrido días "de infarto" ante el aluvión de entregas de los agricultores, apremiados a vendimiar para evitar la llegada de las lluvias y evitar podredumbres vinculadas a la alt
Las colas interminables de tractores ante las puertas de las cooperativas castellanomanchegas parecen, así, haber terminado.
Sin duda, el espectacular avance de la recolección mecanizada -la venta de vendimiadoras ha vivido una suerte de edad dorada en España-, explica la rapidez con la que han transcurrido las tareas en los viñedos, así como las altas cantidades obtenidas; todo, a pesar de que en la última década se han perdido entre 100.000 y 200.000 hectáreas por los planes de reestructuración.
Nuestros eternos rivales son ahora nuestro inmediato mercado
Respecto a las perspectivas de comercialización, el sector vitivinícola mira al exterior -Italia, Francia, Alemania, Rusia o China- para asegurar las salidas de tan ingentes producciones de vino y mosto, y complementar las escuetas ventas en España, un país con el consumo per cápita hundido, unos 10 millones de hectolitros.
Sobre los precios, ¿qué pasara ante tanto "atracón" de uva? Todo dependerá de que las ventas sean aceptables en el mercado interior y exterior, según los expertos, y de que éstas se vean complementadas por unas salidas de 4-5 millones de hectolitros para alcohol de uso de boca -que utilizan los destiladores para elaborar brandy y otros productos- y otros 5 millones de mosto.
Y el equilibrio de campaña ¿se conseguirá? Toda una incertidumbre, más aún cuando Agricultura no ha comunicado aún al sector -que muestra su sorpresa por el retraso- los datos de existencias de inicio de campaña, que en todo caso serán algo mayores que el año pasado -marcado por la sequía-, pero no preocupantes y no deberían interferir en el mercado.
Mas temido es, sin embargo, el posible efecto distorsionador que pueden provocar las subastas a la baja de centenares de cooperativas en busca de liquidez, que puedan tirar a la baja de los precios y, con ello, impedir una adecuada rentabilidad de todos.
Un problema para las 5.000 pequeñas bodegas familiares
Además del papel que puedan desempeñar unas 5.000 pequeñas bodegas familiares, en muchos casos con problemas de gestión.
El sector tiene ante sí la necesidad (y el deber) de impulsar un decidido proceso de concentración de la oferta y mejorar las líneas de comercialización, porque de ello dependerá su futuro y, con ello, de los pueblos "monocultivos" de la vid.
De momento, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente constata -del 7 al 13 de octubre- un nuevo descenso del precio del vino tinto sin indicación geográfica, en esta ocasión del 1,17 % respecto a la semana anterior, hasta los 4,21 euros/100 kg, aunque el blanco de mesa se mantiene en los 4,02 euros de media.
Por mercados representativos, el blanco de mesa se paga a salida de bodega (graneles) a 4,47 euros/hgdo en Albacete; 4,28 en Badajoz; 3,64 en Ciudad Real; 4,60 en Cuenca y 4,20 en Toledo.
Y los tintos lo hacen a 4,47 en Albacete; 3,88 en Ciudad Real; 4,82 en Cuenca; 5,78 en Murcia; 4,30 en Toledo y 2,98 en Valencia.
España brillará este año, por tanto, gracias a tan generosos racimos y superará por primera vez las cifras de Italia (país que puede que retroceda desde 50 a 46 millones de hectolitros este ejercicio) y Francia (se habla de 44 millones de hectolitros).
El ritmo frenético sigue en los campos y en las bodegas y cooperativas que producirán vinos y mostos "made in Spain".
Mientras, otros muchos continuarán viaje en un incesante peregrinaje de cisternas con materia prima o granel "low cost" y que utilizarán operadores europeos para elaborar sus enseñas "made in Italy" o "France", con mayor valor añadido y precios que superarán, en la mayoría de los casos, a los españoles.