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Irene Campos

15/07/13

Investigan 25.000 variedades en busca de la naranja más rentable

La necesidad de los agricultores de ampliar la campaña y encontrar nuevos nichos de negocio ha llevado a los diversos centros de experimentación a redoblar sus esfuerzos y actualmente los tres más cercanos a los citricultores castellonenses tienen más de 25.000 posibles vías para encontrar nuevos tipos de naranjas y clementinas con los que mejorar sus perspectivas de negocio.

La cifra aparece tras sumar las 7.000 líneas que Investigación Citrícola Castellón SA (ICCSA) --el único centro de Castellón-- tiene en experimentación en sus 7 hectáreas de campos, las 2.000 nuevas variedades obtenidas con las que la Fundación Cajamar trabaja en su Centro de Experiencias de Paiporta (Valencia) --como ayer se expuso en su jornada de puertas abiertas--, y las 16.000 líneas de híbridos que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) ha logrado sacar del laboratorio (y eso solo en una de sus ramas de experimentación), como destaca uno de sus más reputados técnicos, Luis Navarro.

Si se añaden el resto de ramas de trabajo del IVIA y las labores de otras firmas privadas, como la de la cooperativa de segundo grado Anecoop, o la de empresas dedicadas expresamente a la obtención de nuevas variedades, como Eurosemillas o Citrus genesis --cuyo gerente, David Alba, participó en las jornadas sobre nuevas variedades que Fepac-Asaja está desarrollando en les Alqueries--, la cifra todavía sería mayor.

Esta ingente labor es necesaria para obtener resultados, ya que “de cada 1.000 híbridos se puede lograr una variedad comercial”, señala Navarro. Pero ya ha dado sus frutos: el IVIA ha sacado ya a la venta híbridos de clementinas, como la safor y la garbí, o mutaciones de clemenules como la nero y la clemenverd; el ICCSA está a punto de comercializar el primer fruto de su trabajo, la clemenclara, que adelanta hasta en tres semanas la recolección de la clemenules. Y todas estas novedades, así como muchas otras, se están poniendo en conocimiento de los agricultores en las jornadas de les Alqueries.

A la Fundación Cajamar le falta un poco más para lograr sacar resultados al mercado pero, como destaca el director de su Centro de Experiencias, Carlos Baixauli, “lo importante es que hemos creado una fábrica de obtener variedades y, si no es Cajamar, será el ICCSA, o el IVIA...” También Navarro resalta el hecho de que en los últimos años la empresa privada se haya sumado a la investigación: “Es clave”.