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Marta García

03/05/15

Cinco motivos por los que comer productos ecológicos

Los productos ecológicos han dejado de ser una moda y su consumo se ha convertido en una elección basada en motivos de conservación del medio ambiente, de apostar por una alimentación natural y por consumir productos que contribuyen a cuidar de la salud por lo que los productos ecológicos adquieren más protagonismo en la cesta de la compra, ahora con un peso del 28% frente al 24% de 2011.

Como consecuencia de un mayor consumo de productos ecológicos, se ha percibido cómo la frecuencia media de consumo también se ha incrementado, siendo ahora de dos veces por semana y el 25% de los encuestados los consume a diario. Los vegetales y la fruta son los productos ecológicos que más se consumen y se apuesta por la compra directa al agricultor y los canales de venta alternativos.

¿Por qué comer productos ecológicos?

Son productos saludables. Se trata de productos que según su forma de producción están libres de tóxicos, es decir no contienen pesticidas, aditivos, fertilizantes sintéticos, conservantes y otros productos que aunque se utilizan para combatir plagas o enfermedades del propio producto, son dañinos para el cuerpo humano. Ya que no cuentan con estas toxicidades, el organismo asimila mejor este tipo de productos.

Tienen un mayor contenido en vitaminas y nutrientes. Los alimentos ecológicos según el proyecto de investigación de la UE “Quality Low Input Food” (QLIF) contienen una mayor concentración de sustancias antioxidantes –en frutas y verduras-, un mayor contenido en vitaminas, mayor contenido mineral, mayor contenido en proteínas, en hidratos de carbono –alimentos de origen vegetal- y un mayor contenido en vitaminas A y E –en productos lácteos ecológicos-. Los productos ecológicos ya que no cuentan con aditivos son productos mucho más sabrosos, equilibrados y muy ricos en nutrientes ya que siguen un proceso de producción totalmente natural solo siendo regeneradas y fertilizadas de forma orgánica.

Son productos con altos niveles de calidad. El sistema de producción que se sigue está sujeto a la máxima fiabilidad desde el primer momento hasta que se pone en una mesa. Siguen un control estricto en cuanto a las materias primas, la elaboración, etiquetado, envasado y distribución…

No son productos modificados genéticamente. En la producción de productos ecológicos no se permiten los organismos modificados genéticamente ya que pueden dañar el medio ambiente y a la larga puede generar la pérdida de la variedad de especies y tipos.

Son respetuosos con el medio ambiente, con la naturaleza y con el bienestar animal. Este tipo de productos siguen una máxima que es la de ser sostenibles, es decir colaborar con la conservación del medio ambiente y no contaminar –emite menos dióxido de carbono, menos contaminación por aerosoles, aprovechamiento de los recursos renovables…-. La agricultura ecológica potencia la fertilidad de los suelos de forma natural, evita la degradación del ecosistema y favorece el equilibrio de los suelos. Además en cuanto a la ganadería ecológica, evita el estrés animal, los animales crecen a un ritmo natural, tienen condiciones de vida óptimas y su alimentación se basa en pastos naturales.

¿Cómo es el perfil del consumidor de productos ecológicos?

Atendiendo al estudio de GFK para el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se puede dibujar el perfil del consumidor de productos ecológicos actual. En primer lugar es un consumidor que no es joven sino que el mayor grupo de personas tienen entre 45 y 54 años y son más mujeres que hombres.

En cuanto a la zona de España en las que se consumen productos ecológicos no existen diferencias significativas y más o menos el consumo es similar en todas las zonas resaltando el sur como lugar en el que más se consumen y disminuyendo el consumo en el noreste. Este estudio muestra cómo siguen siendo más las personas pertenecientes a una clase media-alta y alta los que más consumen productos ecológicos y destaca que los hogares con cuatro miembros son los que consumen este tipo de productos –el 67% son hogares con hijos-.

Este estudio revela que quienes consumen productos ecológicos prefieren productos próximos a su entorno y que estén incluidos en el comercio justo, no siendo importantes las marcas. Se trata de consumidores bien informados que prestan atención al etiquetado de los productos, preocupados con la salud, una nutrición adecuada y la sostenibilidad del planeta.