CHIL.org

Irene Campos

19/11/14

Diferencias entre al ajo español y el ajo chino

Con el nombre ‘El morado va por dentro’ se ha puesto en marcha una campaña para informar a los consumidores sobre las diferencias entre el ajo español, concretamente el Ajo Morado de Las Pedroñeras, y el ajo chino. Y es con este ajo amparado bajo la Indicación Geográfica Protegida porque la iniciativa es suya.

No obstante, recordaréis que el pasado mes de abril se ponía en marcha una campaña en defensa del ajo español de la mano de la Asociación Mesa Nacional del Ajo, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en la defensa y mejora de los intereses del subsector productor y comercial del ajo de España. El motivo de esta campaña, como os explicábamos en su momento, fue el acuerdo entre la Unión Europea y China en el que se añadían más de 12 mil toneladas de ajo al contingente arancelario de la UE asignado a China.

Esto es un hecho que se repite a menudo, y parece no importar que se perjudique al tejido empresarial español, que en este caso afecta tanto al consumo nacional como a la exportación. Recordemos que España es el primer productor de ajos de la Unión Europea, lo exporta a países como Alemania, Reino Unido, Francia, Portugal, Italia, Brasil o Marruecos, pero también lo importa de Francia, Argentina y sobre todo, de China y Chile.

China es el mayor productor de ajo a nivel mundial, y como está haciendo en otros sectores, se está comiendo todo el terreno. ¿Sabéis si en vuestra frutería o supermercado están vendiendo ajos chinos? Seguramente la respuesta es que no, en parte dependerá de si se presentan envasados o a granel, de su etiquetado en el primer caso y del vendedor en gran medida. Ya sabemos que la información sobre el origen de los productos alimentarios tiene más defectos que virtudes.

Podemos saber si compramos ajo español si lo encontramos con la imagen identificativa de la marca colectiva Ajo Español, marca impulsada por la Mesa Nacional del Ajo. Ésta se creó con la intención de que los consumidores puedan diferenciar el ajo de España del ajo chino o de otros países, pudiendo elegir un producto de mejor calidad y a su vez, apostar por la producción nacional, pues en los últimos años el ajo chino ha provocado destrucción de empleo en este sector.