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Jorge GdO

19/02/15

La ciencia dibuja el futuro más tecnológico de la industria alimentaria

La industria alimentaria es uno de los sectores más dinámicos e importantes de la economía europea. Se compone de más de 280.000 empresas y es el principal empleador de Europa. Con una facturación anual superior a 1.000 billones de euros, es el mayor sector manufacturero y un potente exportador. Sin embargo, necesita mejorar su competitividad y dar respuesta a las nuevas demandas de los consumidores. En este sentido, las nuevas tecnologías y los avances científicos son los principales aliados de la industria alimentaria que en este momento tiene planteados grandes retos.

La Plataforma Tecnológica Europea "Food For Life", formada por entidades públicas y privadas e impulsada por la Comisión Europea para promover la investigación bajo el liderazgo de la industria, ha establecido una serie de aspectos clave sobe los que el sector tiene que focalizar la innovación: procesamiento de alimentos, mayor control de la higiene, poder suministrar alimentos seguros que ofrezcan opciones saludables y placenteras, reducir los desperdicios y mejorar la información hacia el consumidor. "La industria de alimentos y bebidas de la UE está altamente comprometida en la solución de los impactos ambientales adversos, manteniendo la inocuidad y la calidad que exige el consumidor y reduciendo también los desperdicios de comida", sostiene Mauricio Notarfonso, que hace más de ocho años que trabaja como experto en programas tecnológicos de la Comisión Europea en Federalimentare (Federación Italiana de Industrias Alimentarias.

Tecnología avanzada

"La industria alimentaria manufacturera europea puede ser mucho más automatizada, sostenible, flexible, inteligente y basada en nuevos modelos de nuevos negocios", vaticina Notarfonso. "Actualmente existe la oportunidad de identificar las soluciones disponibles de fabricación que ya han sido desarrolladas para otros sectores, pero que no han sido adaptadas todavía a la industria de fabricación de alimentos", sostiene. La robótica, la clonación, nanotecnología, las alta presiones, el corte ultrasónico, se presentan como algunas de las soluciones futuras para hacer frente a los principales desafíos que tiene planteados el sector.

Para dar forma a los alimentos del futuro, la industria alimentaria europea también necesita innovar en nuevos ingredientes. "La obesidad creciente hará del manejo del peso un factor clave para decidir qué ingredientes son prominentes en el año 2015", pronostica John George, experto en ingredientes de Euromonitor Internacional, una de las compañías pioneras en tendencias de mercado. El creciente deseo de los consumidores europeos por productos sanos y de composición lo más natural posible marcará las tendencias del futuro. "Los fabricantes necesitan mirar sus formulaciones de producto y decidir si es necesario cambiarlas para satisfacer las aspiraciones de salud de los consumidores", opina George.

Futuro tecnología industria alimentación Bta 2015La robótica, indispensable

Para que la producción sea más flexible y eficiente, las fábricas de alimentos del futuro tendrán que ser inteligentes e interconectadas. La integración de la robótica es una prioridad para el sector alimentario. Según los últimos datos publicados por la British Automation and Robotics Association (BARA), el desarrollo de la robótica en la manufacturación de alimentos en el Reino Unido en 2013 se incrementó un 60% en comparación con el 2.000. Mike Wilson, el presidente de esta asociación referente en Europa, defiende que robótica está abriendo nuevas oportunidades para la automatización de procesos alimentarios. "Actualmente, los principales beneficios que aporta son velocidad, confiabilidad y reducción de residuos. A menudo también hay ventajas en términos de mejor control, reduciendo el exceso de producto incluido para garantizar el paquete con mínimo peso", sostiene.

Además de las aplicaciones tradicionales, tareas de carga y descarga, manipulación, empaquetado y paletizado de alimentos, los robots también permiten reducir el riesgo de contaminación al eliminar el contacto humano con los productos en la cadena de producción y el envasado. Pueden ser, además, buenos compañeros de trabajo, integrándose en funciones concretas como el corte mecánico de carne, queso o porciones de pizza por ultrasonido o por chorro de agua, el eviscerado de carne, trabajos en el interior de congeladores, decoración de pasteles, la colocación de etiquetas, etc.

En este sentido, Wilson augura un futuro prometedor de la robótica en el sector alimentario. "Los robots cada vez más se utilizan para manejar producto desnudo, es decir, productos previos a cualquier embalaje. Con la mejora del coste de los robots y la facilidad de uso, particularmente con tecnologías integradas tales como la visión, habrá un crecimiento constante en el uso de robots en el sector de alimentos", augura Wilson.

La nanotecnología, el futuro

El uso de la nanotecnología en los alimentos y bebidas está apenas empezando, pero hay muchas oportunidades para innovar e investigar nuevas formas de trabajar. Las nuevas herramientas permitirán aprender de los procesos de escala nanométrica que están operando en nuestro entorno cotidiano. Por lo tanto, en los próximos años se esperan nuevas aplicaciones en la cadena alimentaria mediante la comprensión de la química superficial de las partículas muy pequeñas. Los últimos avances se centran en el diseño de envases inteligentes, el desarrollo de nanosensores para la detección de patógenos, el registro de almacenamiento y la nano-encapsulación.

Microbios bajo control

La seguridad alimentaria es probablemente uno de los principales retos a los que se enfrenta la industria alimentaria europea. Pese a que los alimentos producidos y consumidos actualmente en Europa se consideran más seguros que nunca, todavía hay vacíos en el conocimiento de algunos contaminantes. En este sentido, la plataforma europea "Food for Life", que promueve la investigación en el sector, ha establecido como principales desafíos evitar los peligros microbiológicos y los peligros químicos como, por ejemplo, las toxinas de origen biológico.

La producción en condiciones de "sala limpia" gana cada vez más aceptación en la industria de la alimentación. Yogures, pan, embutido, quesos, ensaladas, bebidas..., cada vez más productos se envasan y empaquetan en entornos libres de gérmenes. El responsable de proyectos europeos en Federalimentare subraya que "se está innovando en nuevos sistemas más sensibles para la detección de cuerpos extraños y en soluciones mutifuncionales para la detección rápida de microorganismos". Trabajar en estas salas límpias hace menos necesario el uso de conservantes y, por lo tanto, favorece la fabricación productos de "etiqueta limpia", que hoy están marcando tendencia en Europa.

Etiquetas limpias

Futuro tecnología industria alimentación Bta 2015La histórica empresa de ingredientes Ingredion habló con más de 2.800 consumidores de 9 países europeos para entender qué significaba para ellos la "etiqueta limpia". Los resultados del informe "The-Clean-Label-Guide-To-Europe" ponen de relevancia que los consumidores europeos cada vez prestan más atención a la composición de los productos alimenticios, y prefieren alimentos más naturales, menos procesados y elaborados con ingredientes de origen natural que contribuyan a una "etiqueta limpia". "Los proveedores de ingredientes han respondido con la aparición, por ejemplo, de almidones funcionales de etiqueta limpia", expone John George, experto en ingredientes de Euromonitor Internacional, una de las compañías pioneras en tendencias de mercado.

Además de estar más preocupados por la composición, los europeos también prestan más atención en cómo se explícita en el envase. Un aspecto controvertido que conoce bien el analista de Euromonitor Internacional: "Los fabricantes pueden intentar explicar la función de un ingrediente o resaltar sutilmente su naturalidad, por ejemplo la lecitina emulsionante puede aparecer como "lecitina de soja". Esto se orienta a dar a los consumidores una comprensión de por qué ciertos ingredientes son beneficiosos y por qué algunos son necesarios. Este cambio también debe beneficiar a los fabricantes, ya que reduce la posibilidad de litigios relacionada con las reclamaciones de salud, algo que ha sido un tema importante en los Estados Unidos", sostiene.

La creciente lucha contra la obesidad será un factor determinante a la hora de fabricar alimentos. "Esto es mala noticia para los productos transformados como harinas de trigo y base de patatas para aperitivos. En cambio, granos sanos como la quinoa, chia y espelta ganarán protagonismo", opina George. La búsqueda de alimentos más sanos también pasa por reducir la cantidad de grasas y de azúcares: "Los edulcorantes de alta intensidad naturales como la stevia y la fruta del monje han ido ganando terreno entre las marcas más conocidas y siguen siendo grandes oportunidades", defiende.

Los consumidores tienen la última palabra

En definitiva, la industria alimentaria europea necesita de la innovación en equipamientos tecnológicos y en ingredientes para mejorar la competitividad pero también necesita ganarse la confianza del consumidor. El éxito de las innovaciones dependerá, en definitiva, de que los consumidores acepten los nuevos productos y tecnologías. Plenamente consciente de este reto es Jesús Serafín Pérez, presidente de FoodDrinkEurope y máximo representante a la industria europea de alimentación y bebidas: "Nos enfrentamos a problemas de credibilidad, confianza y autenticidad que llevará a los consumidores aceptar o no los alimentos producidos utilizando las nuevas tecnologías. No es una tarea fácil, pero nosotros no huiremos de ello porque es nuestro futuro".