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La cooperativa agroalimentaria del futuro será trasnacional y con ventas mil millonarias

España contará en los próximos años con cooperativas agroalimentarias multinacionales, que operarán en los cinco continentes y tendrán socios en distintos países, y facturarán "miles de millones de euros"; todo, sin perder "la esencia y misión" que les ha caracterizado durante más de un siglo. Así lo afirma en una entrevista con Efeagro el director de Cooperativas Agro-alimentarias, Eduardo Baamonde, en relación sobre cómo serán estas empresas de "economía social" en el futuro. Unas firmas que, en su opinión, ganarán músculo y también valor añadido en la medida en la que puedan eliminarse intermediarios e, incluso, ofrecer ellas mismas sus productos al consumidor final o a través de plataformas de distribución por Internet.

Según recuerda, fuera de nuestro país ya existen grandes grupos como CHS en EEUU, la holandesa FrieslandCampina o la danesa Arla Foods, "que son multinacionales, pero siguen siendo propiedad de los agricultores y fieles al objetivo con el que se crearon hace décadas: mejorar la rentabilidad de las explotaciones socias".

Pero para ser más competitivas, añade Baamonde, esas cooperativas han tenido que crecer, internacionalizarse, avanzar en la cadena y crear grandes marcas que son referentes mundiales capaces de competir incluso con gigantes como Nestlé, Danone o Cargill.

Socios internacionales en las 'cooperativas internacionales' antes de 25 años

"Estoy convencido de que en los próximos años, mucho antes de 25, tendremos cooperativas en España con carácter multinacional, formadas por socios, ya no de distintas comunidades autónomas, sino de diferentes países, y eso no significa que deban alejarse de su misión inicial, que es mejorar la calidad de vida del agricultor".

Según apunta, las fusiones "transmediterráneas" llegarán a las cooperativas, aunque quizás su alcance pueda ser mucho mayor en algunos casos: "Hay muchísimas cooperativas españolas que están teniendo actuaciones con sus homólogas de Portugal. En algún momento, eso dará lugar a una entidad supranacional; y con Italia o Francia también hay importantes sinergias".

A su juicio, "las alianzas las dará el propio mercado. Por ejemplo, si en EEUU tenemos un mercado para la comercialización de los vinos españoles, quizás necesitemos en algún momento entendernos con cooperativas" del otro lado del Atlántico.

Tal y como destaca, las alianzas entre cooperativas son más fáciles, porque se comparten los mismos objetivos y valores, aunque no podrán descartarse acuerdos con sociedades mercantiles: "Las estrategias son múltiples, pero tienen en común que todos vivimos en mercados globales".

"Para defender lo local en un mercado global tendremos que hacer grandes alianzas, incluso con alguna compañía que antes, quizás, fuera un competidor", plantea.

En este contexto, "me extraña que se desconfíe muchas veces de las entidades supra-autonómicas o de las fusiones de cooperativas de varias provincias, cuando todos sabemos que, dentro de unos años", estas agroalimentarias trasnacionales serán una realidad.

La revolución tecnológica se dejará notar en logística y comercialización

Por otra parte, resalta que la revolución tecnológica también traerá cambios de peso, ya no tanto en la gestión de la producción y la transformación -que ya han mejorado mucho en los últimos años-, sino más bien en logística y comercialización.

"Las grandes inversiones que se harán en los próximos años tendrán que ver" con este último aspecto, sobre todo para aprovechar las oportunidades del creciente negocio de las ventas "on-line".

Para Baamaonde, "el comercio electrónico hasta ahora no se ha implementado de forma generalizada en el sector agroalimentario", pero ya hay grandes grupos tecnológicos mundiales como Amazón que empiezan a ser operadores en la distribución de alimentos.

En EEUU, destaca, se han diseñado escáneres que tienen los consumidores en sus casas y que cuando pasan por el lector un código de barras de un producto éste pasa a su tableta y, de ahí, directamente a la central logística del operador de "e-commerce".

"Posiblemente, eso se va a implantar en los próximos años, lo que será una gran oportunidad para las cooperativas", avanza.

Estos operadores necesitarán proveedores -como las cooperativas- que puedan suministrarle estos alimentos con calidad y trazabilidad, y cuenten con la logística "más afinada" para "colocar en pocas horas el producto en casa de los consumidores; muchos intermediarios actuales de la cadena alimentaria van a saltar y nosotros debemos aprovecharlo".

Las cooperativas tendrán que invertir en tecnología durante los próximos años, lo que le exijan sus clientes, que ahora es la gran distribución, pero que, en el futuro, serán operadores logísticos que trabajan a través de Internet, concluye Baamonde.