El desayuno es una de las comidas más importantes del día y en muchos hogares este tiene como alimento fuerte unas tostadas con margarina.
Detrás de este simple gesto nos podemos encontrar con uno de los mejores complementos de la dieta mediterránea, que no sólo aporta calorías y grasas vegetales, sino un complemento alimenticio, que incorpora Omega 3 y 6, además de vitaminas A, D y E, que ayudan a mejorar la salud.
Cuestión de tecnología, como queda patente en las únicas instalaciones productivas de la multinacional anglo-holandesa Unilever, situadas en la localidad vizcaína de Leioa, a escasos kilómetros de Bilbao, en que el 60 por ciento de la producción tiene por destino más de 20 países.
A partir de una emulsión de agua y aceite surgen diferentes tipos de margarina, bajo las marcas Flora, Tulipán, Artua y Ligeresa.
En ello están 300 trabajadores en una fábrica que funciona con tres turnos, los siete días de la semana, aunque hay que precisar que en dichas instalaciones también se producen otros productos del catálogo de Unilever.
La cifra récord de palets de productos terminados en un sólo día llega a los 1.200.
Un elemento fundamental y diferenciador de la factoría de Unilever es que tiene incorporada su propia refinería de aceite, lo que le permite controlar la totalidad del proceso productivo y ajustar los niveles de refinado a las especificaciones de cada producto.
Asociada a esta refinería, desde 2011 hay una planta de cogeneración, que permite reutilizar la energía del proceso productivo, y reducir así la huella de carbono de la factoría.
Una margarina para cada tipo de persona
Blanca Lozano, la nutricionista de Unilever, explica que las distintas marcas de margarina tiene su razón de ser en que van dirigidos a públicos diferenciados,
fundamentalmente por tramos de edad.
En el caso de Tulipán, que contiene ácidos grasos esenciales y va enriquecida con leche, está pensada para el crecimiento de los niños que necesitan mayor aporte energético, calcio y de vitaminas; el maíz de Artua va dirigido a todos los públicos y además una de sus características es que no contiene nada de lactosa. Para una edad más adulta y para poder cuidar la dieta se diseñó Ligeresa.
La gama Flora, en la que lo que dominan las grasas insaturadas, se plantea más como alimento funcional, se orienta hacia el cuidado del corazón y en la gama Pro-Activ su función es ayudar a reducir los niveles altos de colesterol.
Para ilustrar que hacen los esteroles vegetales con los que se enriquece la gama Pro-Activ, Lozano explica que se encargan de dificultar que se digiera el colesterol para evitar que llegue a la sangre. Los esteroles vegetales se pueden encontrar en los alimentos cotidianos y se recomienda una ingesta al día de 1,5 gramos.
Pero para llegar a este consumo recomendado de esteroles diarios se pueden tomar, según Lozano, "dos tostadas con Flora Pro-Activ por la mañana" o tratar de ingerir a lo largo del día "comiendo 85 manzanas; o 38 naranjas; o 228 tomates; o 225 zanahorias".