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Tras haber comenzado la vendimia en la madrugada del martes 18 al miércoles 19 de julio en la zona de Montilla-Moriles, la primera zona Europea en empezar, se evidencia un año algo atípico, con maduraciones un tanto dispares por zonas e incluso, dentro de una misma explotación, se observan diferencias de maduración entre racimos. Además, hay un menor número de racimos y de menor tamaño, y se estima una merma de producción entorno al 35-40%, principalmente debido a las temperaturas elevadas y escasa precipitación. No obstante, la calidad de la producción augura una cosecha excelente, que ha venido precedida de una climatología exigente y con escasa y localizada presencia de enfermedades y plagas.

 

Se ha adelantado la vendimia este año unos quince días respecto al año pasado 2016, que se inició el 2 de agosto. Las primeras uvas cosechadas en este 2017, fueron de las variedades blancas tempranas como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Verdejo y Moscatel que producirán los primeros mostos con los que se harán los vinos jóvenes sin crianza. Se continúa con las variedades tintas Cavernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot que se han adelantado este año a la Syrah, habiendo empezado a partir de la última semana de julio. Finalmente, la variedad autóctona Pedro Ximénez, parece que comenzará su recolección para mediados de agosto, en las zonas más tempranas.

 

De las 5.800 hectáreas de viñedos del marco Montilla-Moriles, 800 de ellas están dedicadas a la uva tinta como Vino de la Tierra, y más de la mitad, 3.120 hectáreas, están implantadas y cultivadas en espaldera. Este sistema de conducción del viñedo permite una recolección mecanizada de la uva, lo cual resulta una gran ventaja al poderse reducir bastante el tiempo de recolección y poder ajustar al máximo la fecha óptima de vendimia para cada variedad, cuando los parámetros de acidez y grado de azúcar Baumé sean los óptimos para cada una de ellas.

 

Un aspecto de gran interés de la vendimia mecanizada y aún más en zonas cálidas como Córdoba, es la posibilidad de vendimiar de noche y de madrugada, ya que la temperatura de la uva está más controlada, por lo que llega en mejores condiciones a la bodega, más fresca, garantizando así la calidad del mosto y consiguiendo una fermentación perfectamente dirigida desde el primer momento.

 

 Al respecto de la vendimia, es importante tener en cuenta y respetar los plazos de seguridad de los productos fitosanitarios entre el último tratamiento y la recolección.