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RAIF: Inicio del seguimiento de la mosca del olivo.

La mosca del olivo (Bactrocera oleae) es una plaga que puede provocar tanto una disminución del rendimiento, al alimentarse sus larvas de la pulpa realizando una galería en el fruto, como una merma importante de la calidad de los aceites, porque dichas galerías se ven invadidas por hongos patógenos.

 

En la actualidad lo que podemos encontrar en los olivares son los adultos que emergieron en primavera de las pupas enterradas en el suelo; sobreviven alimentándose de sustancias azucaradas que encuentran  en flores y otros lugares. Los inviernos lluviosos, que encharcan el terreno, y las labores de suelo tras la recolección pueden mermar mucho la población emergente de dichas pupas; circunstancias que no se han producido porque este invierno no ha sido abundante en lluvia y el no laboreo está ampliamente establecido.

 

Aproximadamente a los tres días de la cópula las hembras pueden efectuar la puesta en frutos para que se inicie una nueva generación. La mosca precisa, para ello, de frutos con el estado fenológico de endurecimiento de hueso o iniciando este estado. Una regla práctica es que cuando las aceitunas tienen, aproximadamente, 10 milímetros de diámetro son susceptibles a la picada de la mosca, es decir tal como están ahora.

 

¿Dónde hay que prestar atención a la mosca actualmente?

La temperatura por encima de los 36ºC junto con humedad relativa baja limita mucho la viabilidad de las distintas fases biológicas de este insecto. Por esto, en estas fechas, conviene empezar la vigilancia en las zonas litorales, en olivares de montaña, etc… Es decir donde se produzcan condiciones ambientales con temperaturas entre 20ºC y 25ºC (valores óptimos).

 

Olivar de almazara y olivar de verdeo.

Los distintos sistemas GIP (gestión integrada de plagas) establecen una tolerancia menor para la mosca según el destino del fruto: En almazara se permite cierto porcentaje de fruto afectado pero un fruto picado no sirve para su aderezo; por esta razón se recomienda prestar especial atención en olivares de verdeo.

 

¿Qué podemos hacer ahora?

En los olivares indicados antes es importante monitorizar la actividad de la mosca con trampas, tanto alimenticias (mosqueros) como con feromonas (placas cromotrópicas); de esta forma podemos detectar la presencia de mosca en el olivar. Es fundamental la observación de la aceituna para detectar si hay frutos picados. Se detectaron la semana pasada las primeras picadas en algunas parcelas muy puntuales de zonas de Serranía SW y Campiña, en la provincia de Sevilla, aunque de forma anecdótica, en valores muy bajos, con índices de picada prácticamente nulos, y sin presencia de formas vivas. Esto es habitual en estas fechas, que se produzcan las primeras picadas en olivares de fenología más temprana, pero hay que tener en cuenta que generalmente la fertilidad es baja en estas fechas y no suelen ser picadas viables (sin formas vivas). Ahora que empieza el verano las zonas de especial atención para esta plaga son las de temperaturas más frescas y los olivares de verdeo.    

 

En los próximos días, comenzaremos a informar de la situación de mosca del olivo en las distintas provincias andaluzas: niveles de población, frutos picados, tratamientos…

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