CHIL.org

RAIF: Situación actual de polilla del racimo en vid

Editor de texto enriquecido, _15_Cuerpo_INSTANCE_2saC4UQyEditor, Pulse ALT 0 para ayuda

Los primeros adultos de la 1ª generación de Polilla del racimo (Lobesia botrana) (el denominado 2º vuelo), que dieron lugar con sus puestas a la 2ª generación de la plaga, se observaron la segunda semana de mayo en la provincia de Córdoba, para aparecer posteriormente, una semana más tarde, en las provincias de Huelva y Cádiz. Los índices de vuelo de esta 1ª generación han sido bajos en general, con unos máximos de la media provincial de 0’7 adultos/trampa y día en Cádiz, 0’6 en Córdoba y 0’2 en Huelva.

En cuanto a puestas, éstas ya de 2ª generación, los máximos valores se han alcanzado en Cádiz, con un 2’8% de racimos con puestas, seguida de Huelva con un 2% y Córdoba con 1%. En referencia a larvas, éstas se han observado sólo en Huelva y Cádiz, con unas medias provinciales máximas del 3’3% y 0’3% de racimos con larvas, respectivamente. Se han realizado tratamiento químico para controlar esta plaga en las pocas parcelas que han superado el umbral.

Lobesia botrana se desarrolla de forma óptima con temperaturas superiores a 20ºC y cuando la humedad relativa está comprendida entre el 40% y 70%. La temperatura y humedad son también factores que influyen en el desarrollo del huevo, limitándose su supervivencia cuando las temperaturas oscilan entre 12ºC y 14 °C, o superiores a los 30 °C. La influencia de estos factores es mayor en los huevos que en las larvas, adultos o crisálidas, ya que los huevos permanecen inmóviles y los otros estados se mueven o se cobijan en la hojarasca o debajo de la corteza.

Las larvas de la 1ª generación destruyen los botones florales, flores e incluso frutos recién cuajados. Estás larvas unen las flores formando glomérulos o nidos donde se esconden, construyendo cada larva dos o tres nidos. Esta generación no produce perdidas apreciables tanto en la calidad como en la cantidad de la cosecha de la viña.

Las larvas de la 2ª y 3ª generación, ocasionan una cierta pérdida de cosecha, ya que se alimentan de las uvas. Son más importantes los daños indirectos que los directos, puesto que en los mordiscos que efectúan a los frutos se instalan los hongos que producen podredumbres (Botrytis cinerea, etc). Existiendo una estrecha correlación entre los ataques de polilla y la presencia de podredumbres, pues las heridas producidas por las polillas son vías de entrada por la que penetran las esporas de los hongos causantes de las podredumbres, de ahí la importancia del control de la polilla.

Para más información consulte los Informes provinciales.

 

Más información aquí