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María Martín

16/04/15

TTIP y transgénicos: nuevas normas para la importación de OGM

Antes de que finalice el mes de mayo la Unión Europea podría aprobar la importación de 17 nuevos alimentos modificados genéticamente, lo que representaría una aceleración significativa del comercio de productos biotecnológicos en la UE. Esta es una de las consecuencias de la presión que ejercen las empresas biotecnológicas estadounidenses y el Gobierno del país en el marco de negociaciones del Tratado de Comercio e Inversiones (TTIP) entre ambos bloques.

El anunció se podría realizar la próxima semana, cuando finalice la reunión que tienen los comisarios de la UE sobre la revisión de la adopción de nuevas normas para la aprobación de alimentos transgénicos importados. En la actualidad la UE importa 58 productos transgénicos, principalmente maíz, soja, algodón y remolacha azucarera, la inclusión de 17 nuevos productos sería sólo el comienzo y posiblemente se acabarían importando muchos más, de hecho, las autorizaciones futuras se realizarían de forma automática previa revisión de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea).

En el mes de enero se votó en el Parlamento Europeo a favor de la nueva ley en la que cada Estado miembro puede prohibir o restringir el cultivo de transgénicos en su territorio, pero también lo contrario, pudiéndose abrir las puertas a nuevas variedades. El mismo principio se aplicaría a la importación de alimentos modificados genéticamente, cada país podría decidir y probablemente España sería uno de los países que abriría las puertas para facilitar la entrada de estos nuevos productos.

La Comisión Europea argumenta que la oposición de algunos Estados miembros de la UE a los transgénicos no se basa en la ciencia, sino en consideraciones que reflejan el debate social que exista en dicho Estado. Da la impresión de que se haya puesto de acuerdo con el Comité de Ciencia y Tecnología del Reino Unido, recordemos que en el mes de febrero este comité publicó un informe en el que se concluía que la oposición a los alimentos modificados genéticamente en Europa, se basaba en la política y no en la ciencia, de todo ello hablábamos en este post.

Además del riesgo de la entrada masiva de alimentos transgénicos, hay que tener en cuenta que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos es también una amenaza para la seguridad alimentaria de la UE. Un ejemplo lo citábamos aquí, hablando de la carne de pollo, si el lavado de carne de pollo con cloro no está aprobado en la UE, ¿cómo puede entonces entrar al mercado comunitario carne de pollo que ha sufrido este proceso en Estados Unidos? Este es un ejemplo de tantos, que delatan una total incongruencia.

El tratado de libre comercio facilitará la entrada de nuevos alimentos transgénicos en la UE, los 17 nuevos productos que previsiblemente se aprobarán en breve estarán destinados a la alimentación humana y animal, será difícil evitar la entrada, por no decir imposible. Uno de los directivos de EuropaBio, organización que promueve la biotecnología alimentaria como una de las ciencias más adecuadas para hacer frente a algunos de los problemas a los que se enfrenta la humanidad, la incidencia del cambio climático en los alimentos, la escasez de alimentos, el aumento de plagas y enfermedades que afectan a los cultivos, etc., explica que Europa importa 33 millones de toneladas de alimentos transgénicos al año, sobre todo productos para alimentar a los animales de granja, si los países imponen prohibiciones injustificadas (desde su punto de vista), ¿cómo van a obtener el alimento para el ganado?

Son muchos los interesados en la libre circulación de productos transgénicos, con el Tratado de Libre Comercio se les abren muchas posibilidades, hay quien considera que teniendo un mercado único, si un país importa un determinado alimento éste debe tener derecho a la libre circulación. Greenpeace se opone a la revisión y aprobación de nuevas normas en la reunión de comisarios de la UE, argumenta que la libre entrada de productos modificados genéticamente es un asalto a la capacidad de los Gobiernos para proteger el medio ambiente y a la población de los riesgos potenciales de los alimentos modificados genéticamente.

No tardaremos en conocer los detalles de esta reunión y si finalmente se aprueban nuevas normas que faciliten la entrada automática de variedades de alimentos transgénicos que hasta la fecha no habían tenido acceso al mercado comunitario. Os recomendamos leer este artículo del periódico digital The Guardian para conocer con detalle cómo al Unión Europea está despejando el camino para la entrada de nuevos alimentos transgénicos.