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María Martín

22/03/15

Los científicos buscan aumentar la producción de alimentos

Aunque desde el año 2000 los científicos han secuenciado el genoma de 80 especies de plantas, como el melón, la fresa o 3.000 variedades de arroz, lo que ha incrementado su producción, aún no es suficiente y se precisa multiplicar la cantidad y la calidad de los alimentos, según el coordinador del programa de Genómica de Plantas y Animales del Centro de Investigación Agrigenómica (CRAG), Josep Casacuberta.

Los expertos internacionales en genómica vegetal y agrigenómica que se reúnen este martes y miércoles en el CosmoCaixa de Barcelona, convocados por B·Debate, han abogado por modificar la genética de las plantas para poder obtener más y mejores alimentos de una forma sostenible.

Según ha explicado Josep Casacuberta, “la modificación de los genes de los alimentos es algo que se ha hecho siempre porque sin ella no hay evolución posible”.

Prejuicios sociales

Por eso, ha pedido romper los prejuicios y falsas afirmaciones que se atribuyen a estas acciones científicas.

La modificación del genoma de las plantas ha causado un incremento en la producción y calidad de los alimentos a lo largo de más de 10.000 años de agricultura y “los últimos avances en genética vegetal permiten continuar estas mejoras de forma más eficiente”.

Uno de estos avances, ha explicado el coordinador de estas jornadas, es “la nueva transgenia, que ofrece más calidad, es más fina y tiene menos efectos indeseados”, y ha avisado que estos avances ya son utilizados en Estados Unidos, mientras que en la UE tardará todavía unos años debido a los prejuicios sociales.

Sobre el uso del agua y de superficie cultivada para aumentar la producción, el coordinador ha explicado que “la transgenia no es la solución a todos los problemas”, pero sí es una herramienta que puede ayudar mucho a afrontar los nuevos retos, que son producir más y mejores alimentos sin precisar de más superficie ni agua y en condiciones adversas, fruto del cambio climático”.

Esto, ha añadido, “solo puede hacerse” mediante la genética vegetal, que ha mejorado mucho en los últimos años y que ha permitido secuenciar más de 80 plantas habituales en la alimentación humana, como la fresa, el arroz y el melón.

Alimento para animales

Respecto a los alimentos transgénicos en España y Europa, Casacuberta ha asegurado que prácticamente no se come ninguno y ha señalado que hay entre 40 y 50 diferentes productos para importación, pero en Europa se utilizan para la alimentación animal.

A modo de ejemplo, ha citado el maíz MON 810, que es cultivado para alimentación animal, y ha declarado que “son los agricultores quienes deciden si plantan transgénicos o no, depende de las condiciones climáticas y plagas”.

Según ha explicado a Efe uno de los expertos que asisten al encuentro, el director del Instituto de Genómica de Arizona, Rod Wing, “los transgénicos jugarán un rol importante en un futuro”, pero hay que tener cuidado introduciendo transgénicos en la sociedad.

Rod Wing prefiere “trabajar más con la variación de la naturaleza, porque la gente comprará más esto”, y avisa que “la sociedad cometió un error, hace tiempo ya, en la introducción de estos productos”.

Por su parte, el catedrático de Ecología, Evolución y Biología de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) Johathan Wendel coincide con Wing al declarar a Efe que los transgénicos “no necesariamente” contribuirán al futuro.

“La agricultura tiene muchos retos en el futuro y los transgénicos pueden ser parte de la solución”, ha concluido Wendel.