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Marta García

20/10/14

Puentes entre la agricultura y la conservación para asegurar la seguridad alimentaria

Con el fin de actuar de foro del conocimiento y de la experiencia sobre este asunto, varias entidades se han aliado para poner en marcha The Bridging Agriculture and Conservation Initiative (BACI).

En concreto, esta iniciativa cuenta con el apoyo de The Christensen Fund, la Fundación Brasileña para la Agricultura Sostenible y el Programa de Investigación sobre el Agua, la Tierra y los Ecosistemas del CGIAR. Así, bajo el BACI se reúnen líderes de opinión y expertos mundiales para debatir y desarrollar políticas y planes de gestión dirigidos a garantizar la alimentación sostenible de una humanidad que no ceja de crecer.

Del mismo modo, entre los objetivos de los especialistas que forman parte de este proyecto se cuenta garantizar el funcionamiento de los ecosistemas y de la conservación a largo plazo de la biodiversidad dentro de los paisajes agrícolas. Para ello, comparten soluciones basadas en la evidencia y la investigación.

La iniciativa combina la ciencia, la política y los conocimientos normativos para influir en las agendas políticas mundiales mediante el uso de pruebas.

Los enfoques actuales para la agricultura, que se centran principalmente en el aumento de la productividad agrícola de algunos cultivos importantes, no son una vía sostenible para lograr una mejor alimentación y nutrición, así como sistemas agrícolas resistentes y productivos.

Del mismo modo, las estrategias de conservación se centran hoy en día en la conservación de la biodiversidad en un número limitado de lugares geográficos. Esto no es suficiente. Como el principal impulsor de la conversión de la tierra, los paisajes agrícolas y sus ecosistemas tienen que ser parte de la agenda de conservación.

En el siguiente enlace podrás ver quiénes firmaron la Declaración de The Bridging Agriculture and Conservation Initiative (BACI), cuyo nacimiento se deriva del compromiso adoptado por los gobiernos en la Cumbre de Río + 20 para reconocer la importancia de la agricultura sostenible en el documento «El futuro que queremos».

A raíz de este momento, los gobiernos se comprometieron a tomar acciones concretas para erradicar la pobreza, cambiar los patrones de consumo y producción, y proteger y administrar la base de recursos naturales del desarrollo económico y social. Desde Río + 20, la comunidad mundial avanza hacia la consecución de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible para cumplir con esta visión. Sin embargo, dichas conversaciones apenas han abordado el importante papel que la agricultura y el uso de la biodiversidad y la conservación pueden y deben desempeñar en el logro de estos objetivos.