CHIL.org

Residuos que se transforman en nuevos recursos económicos

El proyecto Isla Verde, impulsado por la Cooperativa de Armadores de Vigo y financiado por la Fundación Biodiversidad y el Fondo Europeo de Pesca, ha finalizado con el objetivo de extender este punto de vista al conjunto de la flota asociada a la organización y al conjunto de la flota, ya que “tenemos que conseguir una flota verde, que genere nuevas oportunidades de negocio. Hay que proporcionar un valor añadido a los productos verdes”, según sostuvo el presidente de Arvi, Javier Touza en la presentación de los resultados de la campaña.

Pesca Verde ha conseguido implicar a 8 buques de distintos caladeros y dimensiones (Nafo, Gran Sol, palangreros del Atlántico y cerqueros) y a sus tripulaciones en un nuevo modelo de gestión de residuos basado en tres principios: la sostenibilidad y la defensa de medio ambiente, fomentando la correcta gestión de los residuos; la trazabilidad de los mismos durante toda la cadena, desde su generación hasta su posterior tratamiento en tierra; y la sensibilización del conjunto del sector.

Para ello, el proyecto ha desarrollado una nueva metodología de clasificación de residuos basado en un código de colores que permite a los tripulantes separar de manera fácil y rápida cualquier desperdicio generado. Así, el rojo identifica los plásticos; el verde, el papel, vidrio, metal, botellas o latas; el amarillo está destinado a los residuos sanitarios; mientras que el negro a los trapos empapados de hidrocarburos y filtros de motor; y el azul, para cualquier resto de basura que pueda suponer un riesgo para el buque o la tripulación, como bombillas o ácidos. Por último, el blanco identifica a los residuos de aceite de cocina.

Además del color, cada bolsa o recipiente destinado al almacenaje de estos restos incluye un código QR -se ha desarrollado una app para dispositivos móviles- que facilitará realizar un seguimiento de todo el proceso de entrega, recogida y gestión posterior de los residuos lo que permitirá al armador obtener con mayor facilidad y celeridad su certificado Marpol, del Convenio Internacional para prevenir la contaminación. El proyecto abre la puerta además a facilitar la obtención de beneficios económicos procedentes de los propios recursos, derivados de la venta de crital, latas o aceites que pueden tener nuevos usos tras su reciclaje.

El proyecto Isla Verde ha trabajado especialmente en el área de la concienciación de los tripulantes. Se han editado trípticos informativos y cartelería específica para los buques. Además se ha realizado un vídeo corporativo que está disponible en la web del proyecto, desde donde los participantes también pueden hacer un seguimiento todo el proceso de gestión de sus residuos.